Todas las caras de Geonel Martín

“Gustavito y Maricusa son mis vidas; soy lo que soy, gracias a ellos”, afirmó el popular humorista cubano en entrevista con CiberCuba.

Gustavito y otros personajes a los que ha dado vida el humorista cubano © Cortesía a CiberCuba
Gustavito y otros personajes a los que ha dado vida el humorista cubano Foto © Cortesía a CiberCuba

Cuando se habla del humorismo cubano varias figuras inolvidables nos vienen a la mente. Después de Cheo Malanga (Enrique Arredondo), Pototo y Filomeno, La Mulatísima, Guillermo Álvarez Guedes… sobrevinieron otros que no dejaron de hacernos reír; uno de ellos me honra hoy con esta conversación.

¿Quién no recuerda al Secretario en “Jura decir la verdad” o a Gustavito en “Sabadazo”? Pues sí, hoy hablamos con Geonel Martín, quien nos hace echar un vistazo atrás a esos programas que tanta falta hacen en la Televisión Cubana actual.

¿Sabes? Me es tan difícil decirte Geonel.

¡Ah! pues dime cómo quieras Julita. Para eso tú y yo somos amigos de hace muchos años. Jajajaja...

¿Qué haces en Miami, desde cuándo estás por estas tierras?

Decido venir en 2017. Traje a mis hijos para que tengan el futuro que todo padre sueña. Y, por supuesto, probarme aquí donde hay que jugar “al duro y sin guante”, pero felizmente lo logré y es lo que he hecho desde que llegue: shows, cabarets... y ahora estoy enfrascado en un proyecto por las redes sociales, pues es lo más novedoso y me siento como niño. Jajaja…

¿Quién es Geonel Martín?

Yo soy de Centro Habana. Me gustaba el fútbol. Pues, tuve una novia en Puentes Grandes, donde sabes está el estadio, uno de los lugares por donde entró el fútbol a Cuba. Conocí a quien es, para mí, el mejor futbolista de Cuba, Jesús Valdés; no se habla de él pues le hicieron mucha mierda. Soy licenciado en Educación. Estudié en el Instituto Superior Pedagógico para la Enseñanza Técnica y Profesional “Héctor Alfredo Pineda Zaldívar”. Yo hacía cientos de chistes desde que estaba en la escuela, hasta que se formó el grupo Pagola La Paga en la Universidad y de ahí, a caminar con el humorismo hasta hoy día.

¿Deportes?

Jajajajajaja. Una vez vestí la camiseta del Club Deportivo de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y tuve que jugar unos minutos contra Las Villas, si mal no recuerdo. Si no, perdían por faul field; esa es mi experiencia beisbolera como estudiante.

Ya hablaste de que viniste por tus hijos, ¿qué es la familia para ti?

¡Uff! Mi familia es lo principal, así me lo inculcaron mis padres y gracias a ellos aprendí mis valores, como ser buen padre, hijo, amigo, la ética... Ética que se ha perdido. El respeto y la lealtad son las bases de mi camino en todo momento.

Tengo dos hijos espectaculares. Uno de 20 años que ahora vive en otro estado, se llama Geonel como yo y me siento como si me faltara un pedazo. Pero, gracias a Dios, el más pequeño, Abdul, que tiene 11 años, quiso estar conmigo, lo que demuestra que mi dedicación por ellos no es en vano.

Geonel Martín junto a sus hijos. Foto: Cortesía a CiberCuba

Mi papá vive aquí y tiene 93 años y es una de las personas más admirables y buenas que existen, padre ejemplar. Un estomatólogo de altos quilates, y no lo digo yo, sino todo el que lo conoce.

¿Trabajaste fuera del humor? No te recuerdo sin hacerme reír.

Pues sí. He hecho papeles dramáticos: tres novelas, un policíaco y una película… Pero te digo, eso fue gracias a mi mamá, pues ella les decía a los directores que yo también actuaba serio… jajajaja. Porque en mi casa era donde se ensayaba cuando Pagola La Paga; ellos vivían prácticamente ahí.

Después ensayábamos “Sabadazo”, “Pánfilo”, “Jura decir la verdad” y, por ahí pa’llá, casi la mayoría de las novelas de Cuba, pues mi casa tenía una buena posición y además es muy grande.

¿Qué significa para ti haber sido el Secretario en “Jura decir la verdad” teniendo en cuenta que fue un perfecto remake de “La Tremenda Corte”?

Para mí fue una experiencia inolvidable, pues fue un personaje que lo trabajé con mucho esmero. Sabía lo que significaba para aquel entonces. Recuerda que “La Tremenda Corte” se escucha todavía en toda Latinoamérica. Con ese personaje gané el premio Caricatos en categoría de humor; por supuesto, no tiene nada que ver con el Secretario original, pero le quise dar ese matiz de ambigüedad, porque en esa época, o sea los años 40, las personas gay eran rechazadas.

¿Qué otros papeles recuerdas, tanto en la tele como en otros medios?

Bueno, para mí, Gustavito y Maricusa son mis vidas; soy lo que soy, gracias a ellos.

¿Cuántos años estuviste trabajando el humorismo en Cuba?

En realidad, llevo ya 36 años en el humorismo.

Actores y actrices del humorismo cubano que te hayan sacado lágrimas de tanto reír.

Pregunta difícil… No te los voy a poner por orden, es como me vienen a la mente: Enrique Arredondo, Álvarez Guedes, Omar Franco, Ángel García, Osvaldo Doimeadiós, Alexis Valdés (como Cristinito) y Yudith González (Magdalena la Pelúa). Te puedo decir de Ulises (Toirac), un grande de Cuba y compadre mío, creador de muchos personajes y de “Jura decir la verdad”; recuerdo que él me dio un premio de actuación y, a partir de ahí, siempre dice que nunca se equivocó… jajaja…

“Sabadazo” en tu vida, ese Gustavito que atrapaba a todos; aquella interacción entre todos ustedes, la mayoría hoy aquí, en Miami…

Por supuesto, “Sabadazo” fue, es y será el suceso humorístico y el programa más grande de la historia de la Televisión Cubana; no son mis palabras, sino el sentir general que he escuchado durante todos estos años.

Se hizo un casting en el Museo Napoleónico y yo fui con mi grupo; ojo, ahí estaban todos los humoristas… y nada más entró Carlos Otero y le dijo a Julio Pulido (director): “No busques más, ese, ese...” refiriéndose a mí. Por eso lo digo, siempre soy lo que soy por mi mamá, mi grupo, Churrisco, Pulido y por supuesto, al más grande de todos los animadores, Carlos Otero.

Anécdotas debes tener muchas de ese programa. Fue aquella preciosa época donde nos conocimos y a mí me daba risa solo de cruzarme contigo en los pasillos del ICRT. Siempre fuiste una persona jocosa, respetuosa, afable. ¿Recuerdas esos tiempos?

Muchacha ¿para qué? Claro que me acuerdo, como si fuera hoy. Tú con tu tonga de casetes de pelota para hacer tu “Out en Home”, y yo con mis libretos encima, corriendo ambos... ¡Qué tiempos aquellos, repletos de juventud, deseos de hacer, de decir, de soñar! Anécdotas, ya te dije, muchas. Por ejemplo, del Guajiro (Ángel García, ‘Antolín El Pichón’) que es un as en todo el sentido de la palabra, refunfuñón que pa’ qué te cuento, pero noble y bueno. Imagínate, viví aquí con él por siete años, hicimos juntos el viaje y la residencia. Yo, cuando iba manejando, empezaba a cantar dentro del carro como un loco y él se agachaba para que no lo vieran y me decía: “Oye, Gustavito, ¿tú no te ves muy viejo pa’ eso?”.

Y Coqui (García), ¿para qué te cuento? Mi hermano desde niño, estudiamos juntos hasta la Universidad.

Del Guajiro te cuento que, cuando estábamos aquí haciendo papeles para traer a nuestras familias, mi mamá falleció en Cuba y no pude ir, pues fue cuando el COVID, y no se podía viajar. Te imaginas la impotencia, ¡cuántos sentimientos! Pero él estuvo al lado mío toda la noche para que yo no estuviera solo. Y las cosas de la vida que son tan crueles, un tiempo después, falleció su hijo y me tocó a mí estar con él... ¡En fin!... es por lo que pasamos los que emigramos.

Yo jugaba pelota cuatro esquinas, y en aquellos juegos entre humoristas y cantantes, en los que también se metían los actores como Armando Tomey que se “metió” cuatro ponches una vez… Recuerdo el juego perfecto que tiré en el Latino, que se hizo entre los artistas, y don Agustín Marquetti me dijo que me tenía que quitar para que hubiera paridad... jajajaja... El juego fue entre todos, humoristas frente a cantantes.

Cuba en la distancia, ¿un anhelo, solo un recuerdo?

Cuba es donde nací y me crie, sus olores, su musicalidad, mis amigos, mis primeras novias… ¡en fin! Pero ya no queda nada de eso. Cuba está destruida, sin alegría, mucha tristeza. Por eso yo digo que Miami es mi país, en forma de jodedera, pues me encanta, me fascina Miami. Estados Unidos, este gran país, me acogió como a un hijo más y por eso traje a los míos, que sé que siempre me lo agradecerán.

¡Punto y aparte: hoy voté como ciudadano de este país! Y una última anécdota, una que está relacionada contigo. ¿Recuerdas un día en el Latino que me dijiste: “Gustavito, Lázaro Junco nunca se ríe. Mira a ver si tú puedes hacerlo reír”? Pues, yo ni recuerdo qué le solté, pero se rio… jajajaja…

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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