“Estamos salaos”, así resumía Miguel Díaz-Canel ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, en julio de 2022, una cadena de desafortunados eventos energéticos que habían sacado más de 400 MW de generación de tres plantas en poco tiempo.
Lo que no sabía Díaz-Canel entonces es que eso no era nada al lado de lo que vendría después, pues entre octubre y noviembre de 2024 tendría el récord de ostentar dos desconexiones del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en menos de tres semanas.
Desde que Miguel Díaz-Canel asumió el poder en Cuba el 19 de abril de 2018 el país ha enfrentado una serie de eventos que han marcado significativamente el destino de los cubanos; sucesos que han evidenciado su incapacidad para gestionar las crisis y su falta de liderazgo, más allá de la envenenada herencia que recibió de los Castro.
A continuación, un resumen algunos de esos sucesos:
-Accidente aéreo en La Habana el 18 de mayo de 2018
El 18 de mayo de 2018, apenas un día antes de Díaz-Canel cumplir un mes al frente del país, un avión Boeing 737 de la compañía Cubana de Aviación, arrendado a la aerolínea mexicana Global Air, se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana. El vuelo tenía como destino la ciudad de Holguín. En el trágico siniestro murieron 112 de las 113 personas a bordo. Este accidente es uno de los más graves en la historia de la aviación cubana.
-Tornado en La Habana el 27 de enero de 2019
El tornado que azotó La Habana el 27 de enero de 2019 dejó una estela de devastación en varias zonas de la capital, especialmente en los municipios de Diez de Octubre, Regla, Guanabacoa y San Miguel del Padrón. Con vientos de hasta 300 km/h, el fenómeno natural destruyó viviendas, derribó árboles y causó graves daños en infraestructuras y en el sistema eléctrico. Al menos siete personas perdieron la vida y más de 190 resultaron heridas.
-Pandemia de Covid-19 a partir de marzo de 2020
Aunque en este caso se trata de una desgracia mundial, la pandemia impactó gravemente a Cuba, especialmente en 2021, cuando el sistema de salud colapsó debido a la falta de medicamentos, personal y recursos. La pandemia de coronavirus dejó herido de muerte al sistema de salud pública cubano.
-Explosión del Hotel Saratoga, en La Habana, el 6 de mayo de 2022
Una explosión de gran magnitud, atribuida a una fuga de gas mientras se realizaban preparativos para la reapertura del icónico hotel, destruyó gran parte del edificio y causó la muerte de 47 personas, además de numerosos heridos y pérdidas materiales. La histórica estructura, símbolo de lujo y elegancia en el corazón de la capital, se convirtió de inmediato en escenario de una tragedia nacional. Equipos de rescate y voluntarios trabajaron incansablemente en la zona, removiendo escombros en una lucha desesperada por salvar vidas.
-Incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, 5-12 de agosto de 2022
El 5 de agosto la caída de un rayo en un depósito de combustible en la Base de Supertanqueros de Matanzas desató uno de los mayores desastres industriales en la historia de Cuba. Dejó un saldo de 17 muertos y 146 heridos.
-Huracanes
Desde que Díaz-Canel llegó al poder al menos seis huracanes han dejado diversos niveles de destrozos en el país, ya sea que tocaran territorio cubano o no. Ellos son el huracán Michael (2018); Laura (2020); Elsa (2021); Ian (2022) y finalmente los huracanes Oscar y Rafael, que entre octubre y noviembre de este año arrasaron territorios en el oriente y el occidente del país, respectivamente.
Mención aparte merece el huracán Oscar, que causó una devastación sin igual en la historia reciente de este tipo de eventos climatológicos en el país, causando la muerte de seis personas, inundaciones, deslizamientos de tierra y graves pérdidas materiales.
-Sismos del 10 de noviembre de 2024
Dos sismos, de magnitud 6.0 y 6.7 en la Escala de Richter, tomaron por sorpresa a residentes en las provincias orientales, en especial en Granma y Santiago.
Desconexiones del SEN
Aunque la crisis energética en Cuba es la "coyuntura" de la que nunca han conseguido escapar los cubanos en los últimos años, el 18 de octubre y el 6 de noviembre de 2024 Cuba sufrió sendas desconexiones del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), marcando un penoso récord que dejó a millones de cubanos en oscuridad total durante varios días.
A desastres naturales, accidentes o desgracias de diversa índole que han marcado la presidencia de Díaz-Canel, se suman otras tragedias cotidianas como la eclosión de enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue y más recientemente el virus del Oropouche, que han puesto nuevamente en jaque a la ya maltrecha salud pública cubana.
Problemas de saneamiento, escasez de alimentos y medicinas, incremento de la inflación y devaluación del peso cubano, colapso del transporte público y otros males del día a día completan el mandato de Miguel Díaz-Canel hasta la fecha.
Desde que asumió la presidencia en 2018, Miguel Díaz-Canel ha mostrado una notable ineficacia para abordar los problemas urgentes que enfrenta Cuba, tanto en la respuesta a crisis inmediatas -accidentes, desastres naturales o emergencias- como en la implementación de políticas económicas efectivas y reformas sustanciales que se traduzcan en una mejora en la calidad de vida de los cubanos.
A lo largo de sus seis años de mandato, su gestión ha sido incapaz de ofrecer soluciones sólidas o de largo plazo a una economía en crisis, marcada por la escasez, la inflación y la devaluación del peso cubano.
Las reformas anunciadas, como la Tarea Ordenamiento, han resultado en fracasos que han profundizado el deterioro del nivel de vida de los cubanos, mientras la falta de acciones efectivas en situaciones de emergencia refleja un gobierno que no responde ni a las necesidades inmediatas ni a las aspiraciones de desarrollo de la población.
En ese contexto, su mandato está atrapado entre la pesada sombra del pasado y la presión de un presente que exige cambios urgentes. La paciencia y resiliencia del pueblo cubano, que durante décadas ha soportado carencias y restricciones, se encuentran hoy en su punto de agotamiento máximo.
La combinación de una profunda crisis económica, con escasez de alimentos, medicamentos, productos básicos, y la falta de soluciones reales por parte del gobierno, ha minado el ánimo de una población acostumbrada a resistir.
La esperanza que algunos depositaron en promesas de reformas ha dado paso a una frustración generalizada ante la imposibilidad de lograr cambios significativos, lo que deja al país en una situación de creciente tensión y desesperanza.
La pregunta “¿Hasta cuándo?” se ha convertido en el eco de un sentimiento colectivo que resuena en cada esquina de Cuba, en las colas interminables para comprar alimentos, en las consultas médicas sin medicinas, y en las calles silenciosas que antes vibraban de vida y que ahora reflejan el cansancio de un pueblo que está al límite.
Es la pregunta que late en el corazón de un pueblo que, con cada nueva crisis y cada promesa incumplida, ve cómo se desmorona la posibilidad de un futuro mejor en la isla. Simboliza la necesidad urgente de un cambio que para los cubanos se ha postergado demasiado.
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