Una joven cubana que vive en Barcelona, respondió en TikTok a una pregunta que, según ella, le hacen muy seguido: “¿Crees que es mejor estar con un español que con un cubano?”. Su respuesta no dejó a nadie indiferente.
En un vídeo subido a la red, la joven que se llama Blanca de Dios, arrancó diciendo que todo lo que iba a compartir era desde su experiencia personal, y explicó por qué siente que su relación actual con un español es mucho mejor que las que tuvo en Cuba. "Con mis novios cubanos tenía una relación súper tóxica", confesó, detallando cómo en su país es común revisar el móvil de la pareja, controlar a dónde va y temer constantemente las infidelidades.
Además señaló que en Cuba había normalizado ese tipo de relaciones hasta que llegó a España y conoció a su actual pareja, Alberto, quien le enseñó lo que es una relación sana. “Con Alberto me puedo acostar tranquila, él se puede ir con sus amigos y yo no estoy pensando en si está con alguien más. No me revisa el móvil ni yo siento la necesidad de revisarle el suyo”, aseguró. @la_de_dios también reconoció que ella misma era “una tóxica maníaca” y que había aprendido a relacionarse de forma más madura.
Su video explotó en los comentarios, generando opiniones de todo tipo. Muchas mujeres se sintieron identificadas y compartieron experiencias similares. “Team me quedo con mi español jajaja, y ya voy para 24 años”; “Yo también me quedo con mi español”; “Es que es otro color, nena”; “Tener una relación sana no es negociable”, comentaron varias usuarias, algunas mencionando que ahora están en relaciones felices con españoles, italianos o europeos en general.
Sin embargo, también hubo opiniones que cuestionaron las generalizaciones. “La toxicidad no tiene pasaporte”; “Pues yo soy cubana y nunca tuve relaciones así de tóxicas, será que conociste a gente equivocada”; “Yo no me fío de ninguno, ni cubano ni europeo”, dijeron otros usuarios.
Blanca no se quedó callada y respondió de forma respetuosa a quienes discreparon, aclarando que no se trataba de todos los cubanos, sino de una forma de relacionarse que había aprendido en su entorno en Cuba y que considera que no es sana. “Yo jamás en Cuba pude irme de fiesta con mis amigas mientras tenía novio, y la contraseña del móvil era compartida”, afirmó.
La conversación sigue abierta y parece tocar un tema que muchas personas, especialmente en la comunidad cubana, tienen muy presente: las diferencias culturales en las relaciones y cómo estas impactan en la vida diaria.
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