El opositor cubano Héctor Luis Valdés Cocho, de 33 años, fue detenido el pasado 19 de noviembre en el condado de Orange, Florida.
La Oficina del Sheriff del Condado de Orange informó a través de Facebook que la detención de Valdés está relacionada con dos órdenes de garantía emitidas fuera del condado, específicamente en el área de Río Indio.
Según el informe, registrada bajo el número de reserva 24031418, Valdés fue ubicado en Orlando y asignado a la celda identificada como BRCMBFNA.
La detención de Valdés se relaciona con una “orden de arresto emitida fuera del condado”, con un monto de fianza establecido en $2,000.00, según el portal de registros de arrestos Recently Booked.
Aunque el informe no especifica claramente los motivos del arresto, Orange County Mugshots, en Facebook, indicó que este estuvo relacionado con un cargo por una infracción de tránsito.
Según el registro, el motivo fue “Failure to Appear for Arraignment” (No comparecer a la audiencia de acusación) por una infracción en movimiento, operando un vehículo motorizado con licencia válida, lo que parece tratarse de una primera falta administrativa.
La detención del joven opositor cubano se realiza en medio de escándalo por estafas, pues sobre Valdés pesan varias denuncias realizadas en las redes sociales.
Raisel Isidrón, un activista cubano residente en Estados Unidos, publicó una extensa denuncia en Facebook contra Valdés, acusándolo de haber utilizado su activismo como fachada para estafar a múltiples personas.
Según Isidrón, el denunciado, a quien alguna vez consideró un hermano de causa, utilizó tácticas de manipulación para obtener dinero prestado sin intención de devolverlo: “Alguien tiene que pararle los pies a este caradura”, escribió al inicio de su post.
Relató que, hace aproximadamente seis meses, Valdés le pidió dinero prestado, alegando que lo necesitaba para comprar un boleto de avión para su madre, quien supuestamente estaba en la frontera y quería evitar el viaje por carretera.
Sin embargo, el dinero nunca fue utilizado para ese fin: “Me empezó a decir que no pudo comprar el boleto y que le reembolsarían el dinero, pero adivinen qué, eso nunca pasó”, aseguró Isidrón, quien además detalló una serie de excusas que incluían promesas de reembolso a través de préstamos de terceros o ayudas económicas que nunca se materializaron.
La denuncia también expone cómo el Valdés habría continuado pidiendo dinero a otras personas, dejando un rastro de deudas sin saldar. Isidrón mencionó que, tras exigirle su dinero en varias ocasiones, el acusado lo bloqueó en redes sociales, aunque mantenía contacto por WhatsApp, siempre ofreciendo excusas y retrasos.
“Lo que más me jode es que este sinvergüenza no ha estafado a chivatones o cómplices del régimen, sino a gente que lo considerábamos un hermano de causa”, expresó con indignación.
La periodista cubana Camila Acosta, quien también figura como víctima de las estafas de Héctor Luis Valdés Cocho, utilizó su perfil de Facebook para exponer su experiencia y apoyar a otras personas afectadas.
Acosta aseguró que, aunque hubiese preferido no involucrarse en este penoso asunto, se sintió con la responsabilidad de alertar a posibles nuevas víctimas: “Es un asunto penoso, triste y siniestro. Si lo hice fue porque, primero, fui una víctima; segundo, en solidaridad con otras víctimas; y, tercero, porque me sentí con el deber de exponerlo”.
La periodista criticó duramente la respuesta de Valdés a las múltiples denuncias en su contra, calificándola como una burla. Ante esto, decidió profundizar en el caso y recopilar testimonios de quienes han señalado al activista por utilizar su reputación dentro del activismo para obtener dinero de forma fraudulenta.
“Me ha obligado a no quedarme en lo superficial; me ha dado una nueva responsabilidad: acabar de exponerlo de una vez”, afirmó.
En su publicación, Acosta presentó un listado de más de quince personas que han denunciado públicamente a Valdés, entre ellos activistas reconocidos como Raisel Isidrón, Avana De La Torre y Yunier Marín, así como periodistas independientes como Mary Karla Ares y el investigador Ted Henken.
La mayoría de los testimonios describen un patrón en el que Valdés solicitaba dinero bajo falsos pretextos, incluyendo emergencias familiares, problemas de salud y apoyo para proyectos relacionados con el activismo. Otros denunciantes optaron por mantenerse en el anonimato, aunque compartieron sus historias de manera privada.
Acosta también destacó que varios de los fondos supuestamente destinados a causas humanitarias o para ayudar a otros activistas fueron desviados para fines personales.
Los testimonios incluyen detalles sobre montos no devueltos, promesas incumplidas y un historial de manipulación emocional que, según las víctimas, Valdés ha mantenido tanto en Cuba como en el extranjero.
“Este individuo se ha aprovechado de su activismo para estafar no a cómplices del régimen, sino a personas que lo consideraban un hermano de causa”, concluyó la periodista, reafirmando su compromiso de evitar que más personas caigan en las mismas prácticas.
El activista y periodista Adelth Bonne Gamboa compartió en su perfil de Facebook que Valdés enfrenta en Estados Unidos una demanda por $180,000.00 dólares, presentada por un hombre de 80 años a quien supuestamente cuidaba.
Según Bonne Gamboa, este caso involucra "un montón de tallas fulas, fulas", refiriéndose a serias irregularidades en la relación entre Valdés y el anciano.
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