Casi seis meses después de una tragedia que conmocionó al sur de Florida, familiares y miembros de la comunidad recordaron en una vigilia a la niña Melody Alana Rose Durán, quien murió en mayo a los dos años de edad asesinada por su propio padre, Jerónimo A. Durán, de origen cubano.
Los asistentes a la vigilia prendieron verlas en memoria de la pequeña, en Hollywood North Beach Park, en Broward, este sábado, fecha en que hubiera cumplido sus tres años.
La madre de Melody, Mona Clarke, estuvo presente junto a otros familiares y amigos, para celebrar la vida de su hija.
“Ha sido muy difícil no tenerla cerca. Mi hija era mi mundo. Era muy dulce, muy vibrante y cariñosa”, expresó Clarke a NBC6 News.
Durán, de 33 años y padre de la niña, está acusado del brutal asesinato que truncó la vida de la menor el 28 de mayo, en Pembroke Pines, condado de Broward. Enfrenta cargos de asesinato en primer grado y abuso infantil agravado.
Oficiales de policía y bomberos de Pembroke Pines acudieron a una residencia ubicada en el 404 de la avenida 177 del suroeste, a las 9:42 a.m. de ese día, avisados de un “incidente doméstico”.
Paramédicos y policías encontraron a la niña con una herida en el cuello y le proporcionaron asistencia médica de inmediato. La menor fue llevada de urgencia al Memorial Regional Hospital, pero murió a pesar de todos los esfuerzos por salvarle la vida.
El informe policial indica que las agentes hallaron un cuchillo en el piso de la cocina, con sangre en el mango y la hoja. El documento señala, además, que la abuela de Durán entró a la casa, lo vio encima de su hija y le gritó: "¡Bájate, ¿qué estás haciendo?!".
En ese momento, la señora llamó desesperada al 911. “La niña estaba aquí y de pronto está sin conocimiento, está pálida”, exclamó en español.
“La niña está pálida, ayuda por favor”, imploró la mujer. “Acabo de llegar, señorita, mande una ambulancia, necesito algo rápido. La niña está sin conocimiento”.
En marzo de 2023, la madre de Melody tomó a su hija y se mudó de la casa donde convivían con Durán. Posteriormente, en medio de una disputa judicial por la custodia de la menor, alegó que el hombre era “errático, agresivo, violento y peligroso” para ambas.
La respuesta a la petición de custodia presentada por Durán señaló que “el padre sufre de una enfermedad mental que incluye paranoia y problemas de ira (golpear la pared). También sufre de ansiedad”.
La batalla judicial por la custodia de la niña se resolvió en marzo pasado, cuando un juez aprobó la responsabilidad parental compartida, al considerarla "lo mejor para el interés superior de la menor”.
El dictamen establecía un plan de crianza compartido que permitía a Durán cuidar de su hija sin supervisión.
En virtud de ese acuerdo judicial, el martes en que ocurrió la tragedia, el hombre recogió a Melody y la llevó a la casa que compartía con su abuela, donde, según la policía, le quitó la vida a la niña.
Representantes de Families Against Court Travesties, organización sin fines de lucro que apoya a familias afectadas por lo que considera injusticias en el sistema de tribunales de familia, estuvieron presentes en la velada de este sábado.
Maysel Bickham, funcionaria de la organización, dijo a NBC6 News que la madre de Melody “está devastada, el sistema le falló a ella y a su hija y es desafortunado; ella estaba tratando de trabajar con el sistema y garantizar la seguridad de su hija”.
Clarke declaró sentirse decepcionada por el sistema judicial. “Me siento enojada por esto. Las cosas se podrían haber hecho de otra manera”, advirtió.
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