Impactantes escenas de jóvenes cubanos afectados por el consumo de drogas, conocidas como “El químico”, han generado alarma tras viralizarse en redes sociales: convulsiones, gritos desesperados y actos temerarios, reflejan la gravedad de esta problemática.
El portal oficialista CubaDebate recogió testimonios sobre el devastador impacto de esta sustancia en los jóvenes cubanos, destacando relatos conmovedores de quienes han iniciado procesos de rehabilitación, reflejo del drama de las adicciones en la isla.
“Yo llegué aquí después de nueve años de consumo…”
Uno de los testimonios, narrado por un joven en rehabilitación, describe el difícil proceso de lucha contra su adicción.
"Un día hice un sobreconsumo, fue un pequeño intento de suicidio. Desperté al otro día, el suicidio había fallado, entonces hice inside y dije: ‘yo necesito salir de esto’. Busqué ayuda en mi familia, empecé la rehabilitación y tras seis meses me dieron el alta. Fue duro, complicado. Los primeros 21 días fueron muy tristes".
“Comencé a consumir un día en una fiesta, por influencias de amistades. Al principio no es como te dicen mami o papi; no ves el peligro inmediato. Pero sigues consumiendo hasta que ya no puedes controlar nada, la droga domina tu mente. Esta es una enfermedad muy dolorosa, de mucha tristeza. La gente no entiende que ser adicto no es ser sinvergüenza, es una enfermedad que está afectando duramente a la sociedad cubana”.
El joven enfatiza la importancia de buscar ayuda profesional y romper el estigma. “Muchos no piden ayuda porque sienten vergüenza. Hay una cultura muy pobre sobre la drogadicción en Cuba. Necesitamos educar más y tenderles la mano a quienes la necesitan”.
“Tengo 18 años y consumo desde los 15…”
Otra joven en rehabilitación comparte su experiencia desde una clínica donde recibe tratamiento. “Entré aquí con un mes de abstinencia y, aunque a mí me ha sido fácil, no a todo el mundo le pasa igual. Empecé por embullo con amistades, pero luego empecé a consumir sola. Me enganché durante días. Perdí muchas cosas… Perdí mi familia. Dejé de hablar con mis padres, me volví alguien que ni reconocía. Me daba igual todo”.
La joven reflexiona sobre las consecuencias especialmente graves para las mujeres que caen en el consumo de drogas. “La mujer tiene más que perder que el hombre. Perder todo no es una exageración; es nuestra realidad. Quisiera que otras jóvenes pudieran escuchar esto, venir a terapia y aceptarse como adictas para buscar una solución”.
¿Qué es “El Químico”?
El consumo de “El Químico” ha generado una profunda preocupación en Cuba debido a sus devastadores efectos en la salud física y mental de los jóvenes. Pero, ¿qué es realmente esta droga sintética y cómo afecta a nuestra sociedad?
Para esclarecer este fenómeno, Cubadebate entrevistó a la doctora Elizabeth Céspedes Lantigua, especialista en Medicina General Integral y Psiquiatría, máster en Adicciones y directora del Centro de Deshabituación de Adolescentes (CDA).
Una droga sintética extremadamente peligrosa
Según la doctora Céspedes, “El Químico” pertenece al grupo de los cannabinoides sintéticos, sustancias diseñadas para imitar los efectos de la marihuana, pero que, en realidad, son mucho más potentes y peligrosas.
Esta droga se produce de manera clandestina y sin controles sanitarios, utilizando ingredientes tóxicos de bajo costo como formol y anestésicos veterinarios, que se atomizan sobre hierbas secas para su posterior consumo en cigarrillos adulterados.
“El Químico” puede ser hasta cien veces más potente que la marihuana, lo que lo convierte en un arma de adicción inmediata.
La doctora explica que esta sustancia “se fabrica sin respeto alguno por la vida humana” y que, debido a su origen ilegal, las concentraciones de sus componentes son impredecibles, aumentando el riesgo de intoxicaciones y muertes por sobredosis.
Una adicción que esclaviza rápidamente
La doctora describe el impacto destructivo de esta droga en los jóvenes, quienes suelen desconocer completamente su composición: “La ingenuidad y la falta de información hacen que no se detengan a reflexionar sobre lo que están consumiendo, y rápidamente quedan atrapados en un estado de esclavitud por la sustancia”, asegura.
Además, “El Químico” tiene una alta demanda entre los jóvenes debido a su bajo costo inicial y a la rapidez con que produce efectos psicoactivos.
Sin embargo, esta aparente “accesibilidad” pronto se transforma en una trampa, ya que la adicción incrementa la cantidad y frecuencia de consumo, haciendo que los costos económicos y personales se disparen.
Impactos devastadores en la salud
Los efectos son inmediatos y devastadores: a corto plazo, puede causar euforia, alteraciones de la percepción, náuseas, taquicardia, convulsiones y pérdida de control muscular, entre otros síntomas.
A largo plazo, el daño es irreversible, afectando la salud mental con trastornos como ansiedad, psicosis y alucinaciones, así como la salud física con insuficiencia renal, hepática y cardíaca.
En palabras de la doctora, muchos jóvenes que consumen esta droga terminan en condiciones deplorables, físicamente deteriorados, sin valores ni autoestima, y enfrentando un camino de sufrimiento que puede culminar en la muerte por sobredosis.
El papel de la familia en la prevención
Céspedes resalta la importancia de la familia en la prevención del consumo de drogas: “Es fundamental que los padres establezcan límites, fomenten valores y estén atentos a las señales de alerta.
“Permitir el consumo de cigarrillos o alcohol en adolescentes abre las puertas a la experimentación con sustancias más peligrosas como ‘El Químico’”, advierte.
Asimismo, insta a las familias a buscar ayuda profesional si sospechan de consumo o enfrentan dificultades en la dinámica familiar: “La detección temprana significa una oportunidad para cambiar a tiempo el rumbo de estos jóvenes y evitar que engrosen las tristes estadísticas de adicción”, concluye.
Además, mencionó que el Centro de Deshabituación de Adolescentes (CDA), el cual dirige, ha sido un pilar en la rehabilitación de jóvenes adictos.
Este trabajo, aunque arduo, demuestra que, con apoyo profesional, voluntad y educación, es posible revertir el daño causado por estas sustancias.
Sin embargo, la doctora enfatiza que esta lucha debe ser asumida por toda la sociedad, como un compromiso colectivo para proteger a las nuevas generaciones de un fenómeno que no puede ser ignorado.
El avance de “El Químico” en Cuba expone las fallas del régimen en la lucha contra las drogas
En una reciente intervención, el Coronel Juan Carlos Poey Guerra, jefe del órgano antidroga del Ministerio del Interior (Minint), ofreció un análisis crítico sobre el agravamiento del tráfico de drogas y el impacto devastador de sustancias sintéticas en Cuba.
Aunque subrayó que las principales afectaciones provienen del exterior, el creciente consumo de cannabinoides sintéticos, conocidos como “químico”, ha evidenciado la vulnerabilidad del mercado interno.
El coronel destacó cómo la distribución de estas sustancias, a menudo impregnadas en papel, presenta un desafío adicional debido a su alta capacidad adictiva y el riesgo extremo de intoxicación.
La facilidad de acceso, el bajo costo y la proliferación de estafadores que imitan estas drogas sintéticas han agravado el problema, comprometiendo especialmente a los jóvenes.
Mientras se intensifican las operaciones antidrogas en el país, el fenómeno refleja una urgente necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y educación, en un contexto regional y global donde el narcotráfico, las rutas marítimas y la expansión de drogas sintéticas continúan poniendo en jaque la seguridad y la salud pública.
En operativos recientes en La Habana, varias personas fueron detenidas por la venta de sustancias ilícitas, entre ellas marihuana y el conocido “químico”.
Según reveló el perfil oficialista de Facebook “La Página de Mauro Torres 2.0”, uno de los operativos se llevó a cabo en la intersección de 20 de Mayo y Amenidad, cerca del Ditú del Cerro, donde fue arrestado un hombre identificado como Marcelo.
En septiembre último, un total de 22 personas fueron detenidas en La Habana, acusadas de vender la droga sintética "en forma de papel", conocida como "el químico".
Según la prensa oficialista, las aprehensiones de este tipo de estupefaciente, muy popular en la Isla, se realizaron en el Consejo Zamora - Coco Solo, del municipio de Marianao, en la capital cubana.
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