En medio de un contexto marcado por una severa crisis económica, social y política en Cuba, el gobernante Miguel Díaz-Canel ha reiterado su llamado a la población para enfrentar las dificultades mediante lo que él denomina "resistencia creativa" como solución a los problemas del país.
Durante un episodio reciente de su podcast Desde la Presidencia, el mandatario se mostró optimista sobre la capacidad de los barrios y municipios para resolver problemas que, según él, "no tienen que ver con el bloqueo".
“Estoy convencido, y me lo ratifican las visitas que hacemos a provincia, de que solo con unidad y en esas estructuras más pequeñas, más pegadas a la vida, que son los barrios y los municipios, es donde es posible enfrentar y resolver muchos problemas que no tienen que ver con el bloqueo y sus efectos en la dura cotidianidad de la familia cubana”, expresó Díaz- Canel.
La "unidad" mencionada por el gobernante contrasta con las protestas espontáneas que se han convertido en un reflejo del hartazgo popular.
La escasez de alimentos, medicinas y combustibles, junto con el deterioro del sistema eléctrico, ha sumido al país en un caos que la narrativa oficial intenta maquillar culpando exclusivamente al embargo de Estados Unidos.
Sin embargo, muchos cubanos consideran que el discurso del bloqueo ha dejado de ser una excusa válida para justificar el inmovilismo del gobierno.
En su intervención, Díaz-Canel reconoció que la situación es "dura", pero lo hizo desde una óptica que minimiza las responsabilidades internas del régimen que encabeza: "No hay modo de suavizar lo que nuestra nación está sufriendo por atreverse a defender su independencia, su soberanía y la certeza de que otro mundo más justo es posible”, dijo.
“Dura como no lo ha sido para otro pueblo por tanto tiempo, más de 60 años creando una madeja de obstáculos, acosos, persecuciones, leyes. Ese es el bloqueo que nos ha impuesto el gobierno de los Estados Unidos en diversas administraciones", continuó justificando.
Pese a las evidentes carencias estructurales y la falta de reformas económicas profundas, el mandatario insistió en que no se quedarán "de brazos cruzados" esperando un cambio en la política.
Este enfoque de Díaz-Canel, centrado en promover la "creatividad" para paliar los efectos de la crisis, ha sido calificado por muchos como un discurso vacío e inútil frente a la gravedad de la situación.
Mientras tanto, el gobierno sigue sin implementar reformas estructurales que ataquen las raíces de una crisis que no solo es consecuencia del embargo, sino también del inmovilismo y la mala gestión interna.
Para los críticos, la "resistencia creativa" no es más que otro intento fallido de vender esperanza a una población agotada por décadas de promesas incumplidas y represión.
Desde el inicio de su mandato, Miguel Díaz-Canel ha recurrido al concepto de "resistencia creativa" como respuesta a la profunda crisis que atraviesa Cuba.
En diciembre de 2022, durante la inauguración de la IV Convención Internacional Cuba Salud, instó a los cubanos a "resistir con creatividad" frente a las adversidades, sugiriendo que esta estrategia ayudaría a combatir el "bloqueo" estadounidense.
Meses después, en mayo de 2023, durante la clausura del VI Pleno del Partido Comunista de Cuba, reiteró la necesidad de "resistir y crear a la vez", enfatizando la importancia de encontrar soluciones innovadoras dentro del modelo socialista.
Sin embargo, sus palabras contrastan con los lujos ostentosos que exhiben las personas cercanas al poder.
Recientemente, se confirmó el noviazgo de la actriz Ana de Armas con Manuel Anido Cuesta, hijastro de Díaz-Canel, lo que ha generado indignación entre los cubanos que ven en esta relación una muestra de la desconexión de la élite gobernante con la realidad del país.
Asimismo, Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, ha sido criticado por ostentar lujos en redes sociales, incluyendo la pomposa fiesta de cumpleaños que desde hace días ha anunciado en La Habana, contrastando con la austeridad que predica el gobierno y la crítica situación que viven los cubanos.
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