Convocatoria a Marcha del Pueblo Combatiente indigna a cubanos: "¿Eso produce comida o electricidad?"

La reciente convocatoria del gobierno cubano a una "Marcha del Pueblo Combatiente" ha desatado una ola de críticas y frustración en redes sociales.

Ciudadanos indignados han cuestionado la utilidad de esta movilización en medio de una profunda crisis económica marcada por apagones, escasez de alimentos y precariedad generalizada.

Los comentarios dejados en las redes sociales, a propósito de la noticia publicada este sábado por CiberCuba, reflejan un estado de opinión que dista mucho de la supuesta adhesión mayoritaria que agita en el aire el gobierno de Miguel Díaz-Canel, auxiliado por encuestas realizadas por el centro de estudios del Partido Comunista de Cuba (PCC)

Resistencia y rechazo popular

“No es una marcha, es un referéndum... Es la manera más alta y clara de decirles que no los queremos”, indicó un usuario que llamó a revertir el significado de la marcha y manifestar la desaprobación a la gestión de Díaz-Canel mediante la ausencia en el evento propagandista.

“¿Eso produce comida o electricidad?”, se preguntó otro cubano que, al igual que miles, cuestionan el sentido de estas maniobras palaciegas para entretener al vulgo y mantenerlos en un estado de movilización perpetua que conviene a sus intereses y ambiciones de poder.

Muchos señalaron que la participación suele estar impulsada por amenazas laborales. “Los centros de trabajo sacan a los empleados; si no van, hay consecuencias”, recordó un internauta. “Obligan a marchar con el estómago vacío solo para mantener una fachada de apoyo”, sentenció otra.

Su comentario fue seguido por muchos otros que ilustraron el absurdo de la situación: “Marchan y, al volver a casa, no tienen corriente ni nada para cocinar”. Una usuaria recordó los tiempos en que “ponían kioscos de comida en las marchas, pero ahora ni eso”.

“Ninguno de los que vaya habrá desayunado; todos tendrán la piel terrosa y el rostro enjuto”, dijo un cubano subrayando la hipocresía oficial. “La marcha del pueblo... con hambre”; “Que marchen los barriguitas llenas”, dijeron otros.

Comentarios más significativos

• “Todo es estrategia. Luego salen fotos con miles de personas y el mundo cree que el pueblo respalda al gobierno”.
• “Van con hambre y desesperanza. A esa marcha solo asisten los obligados”.
• “Una marcha produce más que tener a esta gente en el poder eternamente”.
• “Cada persona que se preste para semejante puesta en escena tiene el destino que merece”.
• “Todos sabemos que esto es para la opinión pública, una fachada”.
• “Esta gente actúa como si estuviera bajo el efecto de alguna droga muy potente: obsesión por el poder y el dinero”.
• “Elecciones libres para el pueblo de Cuba, abajo la dictadura”.
• “Llevan décadas con la misma retórica y no aprenden”.
• “Hemos gastado recursos y tiempo en marchas, dejando de producir alimentos mientras el país sigue en ruinas”.
• “Ese día debería ser una protesta real, no una puesta en escena para el gobierno”.
• “Prefiero mil veces que me despidan antes de ir a esa marcha”.
• “Si todos marchan en silencio, como si estuvieran en un velorio, sería un mensaje bien claro para el gobierno”.
• “Es la marcha del pueblo... con hambre”.
• “Estas convocatorias solo miden el miedo y el sometimiento del pueblo”.
• “Nos desmayaremos marchando mientras ellos tienen panzas llenas”.
• “Con todo el privilegio que tienen, ¿no hay un psiquiatra que los atienda?”.
• “Esta gente actúa como si estuviera bajo el efecto de alguna droga muy potente”.
• “Decididamente, no puede estar en su sano juicio”.
• “Marchen ustedes, nosotros tenemos que marchar buscando comida para nuestras familias”.

Una llamada a la acción

La convocatoria a esta marcha parece haber encendido una chispa de descontento aún más visible. Los cubanos piden soluciones reales a sus problemas: alimentos, electricidad y respeto por sus derechos fundamentales.

Las redes sociales se han convertido en un espacio donde expresan su hartazgo y exigen un cambio. La movilización masiva que el gobierno esperaba podría transformarse en un escenario de protesta pacífica, si los ciudadanos logran organizarse en torno a un mensaje común: basta de simulaciones.