El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania, visitaron este miércoles la capilla ardiente del expresidente Jimmy Carter, instalada en la Rotonda del Capitolio.
Carter, quien falleció el pasado 29 de diciembre a los cien años, está siendo homenajeado con honores de Estado en reconocimiento a su legado como el 39 presidente de Estados Unidos.
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Donald Trump, acompañado de Melania, caminó hacia el centro de la Rotonda del Capitolio, donde yacían los restos de Carter sobre el catafalco de Lincoln, cubiertos con la bandera de los Estados Unidos y rodeados por una guardia de honor militar.
La pareja permaneció de pie frente al féretro durante aproximadamente un minuto antes de retirarse.
La visita, aunque breve, interrumpió temporalmente la afluencia constante de ciudadanos que formaban largas colas para despedir al expresidente.
La relación entre Trump y Carter fue en ocasiones tensa.
Durante su campaña de 2024, el ahora presidente electro criticó a Carter, especialmente por los acuerdos del Canal de Panamá, firmados durante el mandato del expresidente demócrata y que ahora Trump amenaza con revertir.
Sin embargo, la solemnidad del momento reflejó este miércoles un breve respiro ante tensiones políticas del pasado.
Entre los presentes en la Rotonda se encontraban miembros del Congreso, empleados del Capitolio, y figuras como Kevin McCarthy, expresidente de la Cámara de Representantes.
También asistieron Lynda Robb y Luci Baines Johnson, hijas del presidente Lyndon Johnson. Luci Baines Johnson se despidió emotivamente, lanzando un beso hacia el ataúd.
El altruismo y el trabajo humanitario de Carter tras dejar la Casa Blanca resonaron entre los asistentes.
Durante sus años fuera del poder, Carter luchó contra enfermedades, promovió la democracia y trabajó en proyectos de vivienda para Hábitat para la Humanidad, dejando una huella imborrable en Estados Unidos y en el mundo.
Los homenajes comenzaron el pasado sábado en Plains, Georgia, con un recorrido del féretro por la localidad natal de Carter.
El martes, su cuerpo fue trasladado desde el Centro Presidencial Carter en Atlanta hasta Washington, donde fue recibido con una procesión solemne y llevado a la Rotonda del Capitolio.
Allí, la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente de la Cámara, Mike Johnson, ofrecieron palabras de reconocimiento.
“Ante la enfermedad, el presidente Jimmy Carter trajo medicinas que salvaron vidas. Ante el conflicto, fue mediador de la paz. Ante la discriminación, nos recordó que todos estamos hechos a imagen de Dios”, destacó Jonhnson.
Este jueves, se celebrará un funeral de Estado en la Catedral Nacional de Washington, donde se espera la presencia del presidente Joe Biden, quien pronunciará un panegírico, además de otros expresidentes, incluido Trump.
Posteriormente, los restos de Carter serán trasladados a Georgia para un funeral privado en la Iglesia Bautista Maranatha, ubicada en Plains, donde será enterrado junto a su esposa, Rosalynn Carter, en el terreno cercano a su hogar familiar.
Carter, quien gobernó entre 1977 y 1981, fue conocido por su honestidad y compromiso con la justicia. Aunque enfrentó desafíos económicos y políticos durante su presidencia, su legado como un líder humanitario y defensor de la democracia ha sido reevaluado con el tiempo.
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