El templete: sitio de historia y tradiciones

Ubicado en pleno casco histórico, en el sitio donde se supone tuvo lugar la primera misa efectuada en 1519, el Templete es un sitio que conjuga armónicamente el decoro de sus más de 180 años y las tradiciones de que es testigo. Fue construido en el año 1827, a propuesta del capitán general Francisco D. Vives y bajo la dirección del Regidor Francisco Rodríguez. La inauguración tuvo lugar al año siguiente.

Considerada la primera edificación neoclásica habanera, se distingue por la sobriedad, limpidez y elegancia de su fachada, conformada por un pórtico de seis columnas dóricas que sostiene el friso decorado y el frontón, con una inscripción conmemorativa de la inauguración. El pavimento es de mármol blanco.

En su interior cuenta con tres lienzos realizados por Jean Baptiste Vermay de Beaume, fundador de la Academia de Dibujo y Pintura de San Alejandro, que constituyen auténticos testimonios de la inauguración de la edificación y fundación de la villa y primera misa oficiada al pie de la primera ceiba (La primera misa bajo la ceiba memorable (1826) y Solemne fiesta religiosa oficiada por el Obispo Espada, con motivo de la inauguración del Templete, son dos de los óleos).

Completan el recinto una ceiba (la actual fue plantada en 1960) y la Columna Cagigal, mandada a construir en 1754 por Francisco Antonio Cagigal de la Vega al morir la ceiba que había servido de testigo de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana, y en conmemoración por ella. Coronando la columna se encuentra un busto de la Virgen del Pilar, patrona de los navegantes españoles. En la base, un busto de mármol del adelantado y conquistador español Don Hernando de Soto nombrado, por Carlos I, primer gobernador de la villa de San Cristóbal de La Habana. Un busto de Cristóbal Colón en el interior del edifico le confiere un valor añadido.

Este lugar, además del valor histórico que posee y lo que significa para la historia de la capital, tiene un papel muy importante en las tradiciones habaneras, pues desde hace varias décadas, todos los 15 de noviembre, vísperas del 16, habaneros y cubanos de otros sitios festejan la fundación de la villa y participan de la tradición de dar tres vueltas a la ceiba a la par que se reza y pide un deseo.

El 14 de diciembre de 1982, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura confiere al Templete la distinción de Patrimonio de la Humanidad.