España pasó, en unas pocas décadas, de ser un país de emigración a serlo de inmigración. Aún pese al éxodo de españoles a causa de la crisis, España es más un país de recepción que de emisión: de los 46.464.053 de residentes censados en 2014 (datos INE), 4.538.503 son extranjeros, casi un 10% de la población total.
Las razones por las que España es un destino preferido para residir no son solo las diferencias con respecto a los países de origen de los inmigrantes, sino las condiciones de vida, los servicios sociales y, al menos para el caso de los latinoamericanos, las idiosincracias y valores culturales comunes. A esto hay que unir un elemento puesto en evidencia por la consultora Henley & Partners, y es el aumento de facilidades para entrar y visitar otros países que se adquiere al poseer la nacionalidad española.
Según los datos de la referida consultora, tener un determinado pasaporte puede abrir las puertas fácilmente de otros países o cerrarlas. En una escala que tiene en cuenta el número de países a los que puede entrarse sin visado dependiendo del pasaporte que se posea, son los finlandeses, alemanes, suecos, estadounidenses y británicos los que mayor número de países pueden visitar sin necesidad de solicitar un visado previo. España ocupa el octavo lugar, por encima de otros países como Francia, Bélgica y Japón.
En España, sólo con la Ley de Memoria Histórica cerca de 180 mil cubanos obtuvieron la nacionalidad española, por lo que la cifra de cubanos nacionalizados españoles que se benefician del ascenso en la escala evaluativa de pasaportes de Henley & Partners es presumiblemente aún mayor.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: