En el año 1899 la revista ¨El Fígaro¨ lanzó una encuesta sobre qué estatua debía colocarse en el Parque Central. La obra sustituiría a la estatua de Isabel II, que durante cincuenta años presidió el Paseo del Prado.
Se consultó a un grupo de figuras prestigiosas y al pueblo
El voto mayoritario decidió que debía ser un monumento dedicado José J. Martí Pérez, Héroe Nacional de la República de Cuba.
Mediante colecta pública y con apoyo del Ayuntamiento, se encargó la obra al escultor cubano José Vilalta de Saavedra.
La primera piedra la colocó en noviembre de 1904 el General Máximo Gómez
El monumento es de mármol de Carrara y consta de pedestal, fuste y estatua. En la parte inferior del fuste aparecen varias figuras en alto relieve. Una de ellas representa a la Patria y otras a diversos elementos del pueblo y el ejército mambí. En la parte superior del fuste aparece el escudo de la República.
La estatua representa al Apóstol en su traje habitual en posición de hablar al pueblo. Al inicio de la Revolución se aumentó la altura de la base, con lo que se realzó el conjunto escultórico.
El monumento se develó el 24 de febrero de 1905, también por el Generalísimo, en la que sería su última actividad pública.
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