Cantineros cubanos y estadounidenses se congregaron este 27 de julio en el cementerio de Colón para homenajear al legendario barman y ex-dueño del bar Floridita, Constantino “Constante” Ribalaigua, fallecido en 1953.
Una docena de cantineros de ambos países asistieron al mausoleo de Constante para rendirle tributo y dar inicio a las actividades de celebración del bicentenario del Floridita, a cumplirse en 2017.
Un minuto de silencio fue seguido de la preparación de rondas de daiquirí y brindis por la reconciliación de EEUU y Cuba, algo que los participantes destacaron permitirá que los norteamericanos disfruten de la coctelería cubana a base de ron.
"Estoy muy feliz, muy emocionado y muy honrado de estar aquí celebrando no sólo el 200 aniversario del Floridita, sino de presenciar la tumba del más famoso cantinero en la historia de Cuba", expresó uno de los barmans, Ricky Gómez, de Nueva Orleans.
En 1914, Constante, de origen catalán, comenzó a trabajar como mesero en dicho bar y cuatro años más tarde ya se convertía en su dueño. El emprendedor barman trajo a La Habana –desde el interior de la isla- el famoso el trago Daiquirí.
Durante los años 30 entabló una fuerte amistad con el conocido escritor Ernest Hemingway, quien inmortalizó el trago. Asimismo, Constante le preparaba un daiquirí especial llamado “Papa Doble” (con doble ración de ron, jugo de toronja y sin azúcar).
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