Instituciones del estado cubano desarrollan un proyecto para restaurar las dunas de las playas del este de La Habana, publicó este 6 de agosto la agencia internacional de noticias IPS.
Desde el año 2012, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en conjunto con el Instituto de Oceanología y el Instituto de Ecología Sistemática (IES), evalúan un conjunto de estudios y acciones con el fin de salvaguardar el ecosistema costero del país.
La ensenada Sibarimar, declarada de alta significación para el turismo en el año 1999, es una de las priorizadas por los especialistas debido a que durante la década de los 80 registró una pérdida de entre 17 y 26 metros de playa.
Algunas de las causas principales del fenómeno se deben al mal diseño y ubicación de instalaciones sobre la zona costera, pertenecientes a personas y entidades estatales, y las extracciones ilegales de arena; afirmaron medios oficiales de la isla.
Igualmente influyen la escasa vegetación costera que posibilite estabilizar la duna, y la acumulación de desechos sólidos (latas, pomos plásticos, bolsas de nailon), arrojados por los visitantes y turistas.
El plan de rehabilitación de la zona abarca la demolición de construcciones ubicadas en la duna, la extracción de cimientos sepultados bajo la arena, la ubicación de pasarelas para el tránsito de los bañistas y la reforestación del litoral con especies propias de la costa.
Para el año 2013, el tramo de playa correspondiente a Tropicoco se logró cubrir con unos 30.000 metros cuadrados de vegetación. Concluido ese segmento, se comenzaron a rehabilitar unos 400 metros del área Bocaciega, de unos 1.200 en total. Para el presente año se prevé propiciar un espacio similar que incluirá cinco pasarelas.
Según estudios recientes, la parte más afectada corresponde a la zona de Guanabo, que permanece pendiente debido a que los daños requieren de un financiamiento mayor para la ejecución de las obras.
El proyecto también incluye otras acciones enfocadas a la comunidad urbana de dichas áreas, en función de una correcta educación ambiental. Tales son las capacitaciones, talleres propuestos por organismos inmersos en la vida de Sibarimar y la promoción a través de los medios audiovisuales de campañas ecológicas que forjen una conciencia a favor de la preservación del entorno costero.
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