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Entre las melodías cubanas, probablemente La Guantanamera es la más famosa en el mundo. Se trata de una guajira compuesta por Joseíto Fernández, uno de los músicos cubanos más universales.
El pueblo de Cuba lo inmortalizó como “El Rey de la Melodía”
José Fernández Díaz (Cuba, 1908-1979) fue un hombre de procedencia muy humilde. Nació el 5 de septiembre de 1908 en la barriada de Los Sitios, en La Habana. Se ganaba la vida como zapatero, porque no tuvo estudios musicales.
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Se formó de modo autodidacta. Apenas 12 años tenía cuando inició su carrera cantando serenatas con sus amigos del barrio. Durante su vida Joseíto compuso numerosos boleros y guarachas para las orquestas típicas, sextetos y tríos en los que cantó.
La Guantanamera su pieza musical más famosa
En 1928 compuso la Guantanamera que ganó fama al ser incluida como despedida de la orquesta de Alejandro Riveiro, una década después de ser creada. Mientras la agrupación interpretaba la melodía, Joseíto improvisaba décimas en cada presentación.
Resultaba tan amena que una firma publicitaria contrató en forma exclusiva La Guantanamera para utilizarla en un programa de radio. Joseíto prestó su talento para escenificar sucesos diversos, mientras cantaba su melodía en cada espectáculo.
Ese programa se mantuvo en el aire durante 14 años. Al terminarse su producción, la Guantanamera perdió popularidad, aunque siguió siendo recordada por el pueblo.
El pueblo cubano la nombró Guajira Guantanamera
Joseíto Fernández precisó en una entrevista que la canción fue creada porque en los bailes era común terminar con una rumbita o una guajira. Se inspiró en una historia de amor que tuvo en la ciudad de Guantánamo.
Originalmente no le puso ese nombre a la canción, pero con el paso del tiempo el pueblo comenzó a pedirla y a nombrarla Guajira Guantanamera.
La Guantanamera interpretada por Pete Seeger inspiró al mundo
En 1963 el trovador norteamericano Pete Seeger la interpretó en un concierto efectuado el 8 de junio en el Carnegie Hall de Nueva York. Intercaló los Versos Sencillos de José Martí en la letra de la canción y tuvo un éxito universal.
Joseíto Fernández sobresalió por su sencillez y respeto hacia conocidos y amigos. Falleció en La Habana, el 11 de octubre de 1979. “Yo soy un hombre que tengo un pueblo en el corazón”, manifestaba con sumo orgullo.
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