Los encantos acumulados en la parte vieja de la capital cubana incluyen esta peculiar institución dedicada a explicar al viajero los procesos de elaboración del ron Havana Club y su historia, además de otros servicios recreativos Miles de personas recorren cada año el Museo del Ron Havana Club, que expone la historia de uno de los productos más genuinos e indisolublemente ligados a la cultura cubana, por lo que constituye atractivo mítico para quienes transitan por La Habana. Desde su inauguración, el 31 de marzo del año 2000, recibió a más de un millón de visitantes, fundamentalmente turistas de Alemania, Francia, Inglaterra, Canadá, España, Italia, Portugal, Holanda, Rusia, Polonia, Noruega, Panamá, República Checa y Grecia. La instalación, ubicada en la Avenida del Puerto esquina a Sol, en La Habana Vieja, ocupa una mansión colonial del siglo XVIII que perteneció hasta 1959 al Conde de La Mortera; luego del triunfo de la Revolución Cubana sirvió de oficina a una naviera, más tarde al Ministerio de Cultura, y después a la Casa del Joven Creador hasta convertirse en el Museo del Ron. La licenciada Marta Hernández Santana, especialista comercial del museo, explicó que la mayoría de las visitas se realizan promovidas y organizadas por las agencias de viaje Cubatur, Cubanacán, Gaviotatour, Havanatur, San Cristóbal, Cubamar, Ecotur, Paradiso y Amistur, también personas de diversos países, informadas mediante guías turísticas, catálogos de distintos turoperadores y otras vías “vienen individualmente a conocer el proceso de elaboración del ron Havana Club”. Hay un programa especial, sin costo alguno, para los cubanos, “quienes reciben un servicio similar al de los extranjeros, incluido el acompañamiento por un guía especializado que les explica todo el proceso de elaboración del afamado ron”. El objetivo de esta institución es realzar la vinculación de la marca Havana Club con la cultura cubana, por eso además de poner al público en contacto con la industria ronera cubana y sus relaciones con la historia, la economía y el devenir en general del país, se le enseña a preparar cócteles, como Mojito, Cubalibre u otro trago. También puede disfrutar del cóctel típico del museo: el Guarabana, consistente en la mezcla del ron Havana Club Añejo Blanco, jugo de caña de azúcar y zumo de naranja tropical. “Queremos buscar la vía para retomar las clases de baile porque tienen bastante demanda. Cuando las tuvimos dieron muy buenos resultados”, comenta Hernández Santana. EL RON Y SU HISTORIA Este complejo turístico, conformado por Havana Club Internacional y Habaguanex, abre sus puertas de nueve de la mañana a cinco y 30 de la tarde, de lunes a jueves, mientras que viernes, sábado y domingo, lo hace de nueve pasado meridiano a las cuatro y 30 de la tarde. El recorrido comprende toda la historia de la caña de azúcar (materia prima principal), y el proceso para obtener el mejor ron, -fermentación, destilación, bodegas de añejamiento-. Concluye en el bar de la entidad, con la degustación de un Añejo 7 Años. Una tienda oferta toda la gama de rones de Havana Club y diversos souvenires de esa marca, como gorras, pulóveres, vasos, removedores y fosforeras. Los turistas realizan esta visita mediante grupos procedentes de diversos hoteles de la capital y desde los polos de Varadero, cayería Norte de Villa Clara, Ciego de Ávila y Holguín. El programa contiene además servicios de almuerzo, cena, y otras ofertas. Para Hernández Santana “nuestro museo contribuye de manera importante a este entorno cultural de La Habana Vieja, declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, porque el ron es parte de la cultura y mejores tradiciones cubanas. “Cuando decimos buen tabaco y ron Havana Club eso nos identifica como Cuba, junto con otros valores no menos importante como la comida, la música y el baile”. El colectivo laboral de esta institución sobresale por la calidad humana, son personas calificadas, guías especializados que dominan su oficio y hasta dos y tres idiomas. La profesionalidad distingue a los bartenders y a los empleados de la tienda. “Gracias a ellos, hemos podido brindar un servicio de alta calidad que mucho agradecen los clientes”. Indicó que desde los inicios se han mantenido incrementos anuales en el número de visitantes. En el primer año fueron 28 000 y en el 2008 se llegó a 152 267. Tras completar en enero de este año el visitante un millón, “aspiramos en los próximos tres a cuatro año llegar a dos millones. Somos 20 trabajadores de Havana Club Internacional y 35 de Habaguanex, una sola familia en función de este centro”, puntualizó. Sin dudas, son muchos los encantos de este museo, que lo hacen uno de los atractivos turísticos más gustados de La Habana Vieja y también de Cuba. Fuente: Opciones
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