Forestales cubanos, un día y todo el año

El decrecimiento de las arboledas ha llegado a un momento tan crucial, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró 2011 como el Año Internacional de Los Bosques, por el hecho de que son parte integrante del desarrollo sostenible del planeta

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Este artículo es de hace 13 años

El decrecimiento de las arboledas ha llegado a un momento tan crucial, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró 2011 como el Año Internacional de Los Bosques, por el hecho de que son parte integrante del desarrollo sostenible del planeta, en virtud de los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan. Las florestas proveen de bienes o materias primas, como el  papel, son incalculables las utilidades de la madera, producen el oxígeno indispensable para la vida, nutren el suelo, purifican el aire y, además, embellecen paisajes y ofrecen para el descanso y el disfrute. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) acordó en 1971 celebrar el 21 de marzo el Día Mundial Forestal, por ser la fecha que representa el primer día de otoño en el hemisferio Sur y el de primavera en el Norte. Una iniciativa de ese tipo tuvo una acogida favorable en la comunidad internacional, debido a que la efeméride está dedicada a enfatizar en la preservación de los recursos forestales, que contribuyen al desarrollo de todas las especies, incluido el ser humano. Por muy loable que sea el intento de la FAO de mitigar, al menos, la destrucción de los macizos, países del llamado Primer Mundo pusieron reparos para la celebración simultáneamente del Día Mundial Forestal en  todas las partes del mundo. Sin embargo,  el Sindicato Nacional del Trabajadores Agropecuarios y Forestales de Cuba la adoptó como si fuera su primer vástago y fundamentó a la FAO su decisión de  conmemorarla como el Día del Trabajador Forestal cada 21 de junio desde 1975. Los festejos por  ese motivo tienen una lógica inequívoca: es el  primer día del verano en el hemisferio Norte, cuando ya las posturas están en condiciones para ser llevadas a los campos y su siembra en esas condiciones germinan de la mejor manera posible. Además, junio ha sido el mes más lluvioso del año en Cuba, como promedio, y una parte considerable de los acumulados de precipitación está asociada a eventos de varios días de duración, los que ocurren principalmente en las primeras dos decenas de ese período. Por lo general, las jornadas dedicadas al obrero del sector en la Isla están destinadas a persistir, aunque las acciones son durante el año, en la siembra de árboles frutales y maderables en llanos y montañas, el cuidado de los follajes y la promoción de las áreas verdes. A nivel mundial, la FAO estima que cada año más de 130 mil kilómetros cuadrados de montes se pierden por efectos de la deforestación, la conversión a tierras agrícolas, la recolección insostenible de madera, las prácticas de la gestión inadecuada de la tierra, y la creación de los asentamientos humanos. Y no es para menos, si se tiene en cuenta que la deforestación representa hasta un 20 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento global y, con ello, al cambio climático. Lo cierto es que las selvas constituyen el hábitat de dos tercios de todas las especies sobre la Tierra y su degradación produce la pérdida de biodiversidad de hasta 100 especies por día. (Por Lino Luben Pérez / AIN) Fuente TV Camagüey.co.cu


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