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El Cuerpo de Guardabosque de Cuba reportó 695 incendios entre febrero y mayo, período crítico para la ocurrencia de siniestros forestales. El incremento de esos lamentables sucesos, que en este año afectaron más de 20 mil hectáreas de bosques, estuvo condicionado por el déficit de precipitaciones y las sequías más extensas, acuciadas por la influencia del fenómeno climático La Niña. Las acciones humanas -subrayó el diario Granma- originaron más del 90 por ciento de estos eventos, sobre todo la negligencia de las personas, especialmente de transeúntes y fumadores. También incidieron las quemas para diferentes fines, así como el tránsito por áreas boscosas de vehículos y maquinarias agrícolas sin matachispas. Las pérdidas económicas ocasionadas se estiman en aproximadamente 22 millones de pesos y 16 mil en moneda libremente convertible, pero estas cifras no contabilizan el impacto de los incendios al medio ambiente y a la salud humana, indicó la fuente. Fuente: Prensa Latina
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