Roberto Zurbano perdió su puesto en la editorial Casa de las Américas por un artículo publicado en The New York Times. “El racismo en la isla está vivito y coleando”, escribió Zurbano anunció que fue “relevado” de su trabajo como director del Fondo Editorial de Casa de las Américas, seleccionando libros para ser publicados, y transferido a un puesto de menor importancia durante una reunión del capítulo cubano de la Articulación Regional de Afrodescendientes de Latinoamérica y el Caribe (ARAAC), según publicó el blog Havana Times. La columna de 982 palabras de Zurbano para The New York Times, publicada el 23 de marzo, alegaba que, aunque la isla cuenta con una fuerte red de seguridad social, las reformas de mercado de Castro están brindando mejores oportunidades a los cubanos blancos. “La mayor parte de las remesas del exterior —principalmente del área de Miami, centro neurálgico de la comunidad de exiliados mayormente blancos— va a cubanos blancos. Tienden a vivir en mejores casas, que pueden ser convertidas fácilmente en restoranes o alojamientos con desayuno —el modo más común de negocio privado en Cuba”, escribió Zurbano. El escritor denuncia en su texto que “los cubanos negros tienen menos propiedades y dinero, y además han tenido que lidiar con el racismo imperante. Era frecuente no hace mucho que los administradores de hoteles, por ejemplo, contrataran solo empleomanía blanca para no ofender la supuesta sensibilidad de su clientela europea”. En una entrevista con la agencia estadounidense AP, Zurbano dijo que estaba enojado por el resultado del intercambio que decidió la versión final de la traducción del castellano al inglés de su artículo. Su descontento apuntaba sobre todo al título "Para los negros de Cuba la revolución no ha comenzado", cuando en realidad el había querido decir que "no ha terminado". Sin embargo, Zumbrano insistió en que no había nada en el artículo de lo que quisiera retractarse. "Sigo pensando las mismas ideas, sobre el racismo hay mucho que discutir todavía", dijo. "Esa es mi lucha y va a seguir siendo mi lucha dentro y fuera de Casa de las Américas, pero siempre dentro de la revolución". La vocera de The New York Times, Eileen Murphy, dijo en un comunicado que "había numerosas versiones del artículo, enviadas de ida y vuelta y, al final, el señor Zurbano y nuestra persona de contacto con él (quien habla un inglés fluido), aprobó la versión final", agregó Murphy. La cuestión del racismo en Cuba es un tema vedado en las discusiones públicas. Mientras el discurso oficial asegura que fue abolido con el triunfo de la Revolución, los defensores de los derechos de los negros son continuamente perseguidos. Fuente: America.Infobae.com
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