Washington aceptó la renuncia a la nacionalidad estadounidense del cubano René González, quien se quedará en la isla y no tendrá que volver a Estados Unidos a cumplir el régimen de libertad vigilada, tras purgar 13 años en prisión por cargos de espionaje, informó este viernes el propio agente. "En el día de ayer (jueves), la Oficina de Intereses (de EEUU en La Habana) me extendió el certificado de pérdida de nacionalidad de Estados Unidos", dijo González, de 56 años y nacido en Chicago, quien había presentado la solicitud de renuncia el lunes para no tener que volver a Estados Unidos. González es uno de los cinco agentes cubanos detenidos en Estados Unidos en 1998 y condenados a largas penas por espionaje en 2000. Cuba los considera "héroes" y alega que no espiaban a Estados Unidos, sino a grupos anticastristas de Miami (Florida, sureste) que planeaban acciones violentas contra la isla. "Ahora soy sencillamente ciudadano cubano, un patriota cubano, cosa que de todas maneras siempre he sido, sin que ello implique animadversión alguna hacia el pueblo norteamericano, hacia el país en que nací", dijo el agente, acompañado de su esposa Olga Salanueva, en conferencia de prensa. González, quien mostró a la prensa el certificado que le extendieron las autoridades estadounidenses, descartó que la aceptación de su renuncia a la nacionalidad haya sido un acto de generosidad de Washington. "No fue un acto de generosidad", sino que "no les quedó otro remedio", algo "que le arrancamos al gobierno norteamericano", afirmó González, quien salió de prisión en octubre de 2011, tras cumplir una condena de 13 años, pero debía permanecer otros tres años bajo libertad supervisada en Estados Unidos. El agente viajó a Cuba a fines de abril con permiso judicial para asistir al sepelio de su padre. Declaró que no va a sentirse libre hasta que sus "cuatro hermanos estén de regreso con su pueblo, con su familia, con la gente que los quiere". Cuba considera "héroes" y "luchadores antiterroristas" a González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, pues aunque niega que espiaran al gobierno de Estados Unidos, admite que fueron sus agentes para vigilar a grupos violentos de anticastristas en Miami, sur de Florida. "Voy a seguir luchando de la forma que sea por ese propósito, me considero uno de ellos, no me considero libre porque ya estoy en Cuba", añadió González. Estados Unidos exige a Cuba la liberación de su contratista Alan Gross, quien cumple 15 años de prisión bajo cargos de atentar contra la seguridad del estado. La Habana se ha mostrado dispuesta al diálogo con Washington, en igualdad de condiciones, para tratar una solución humanitaria para Gross y para los cuatro cubanos presos en Estados Unidos. Washington separa ambos casos y descarta lo que pudiera ser un canje. González, quien declinó opinar sobre el caso de Gross, se mostró partidario de la negociación de los dos países y en contra de la práctica de gestos unilaterales. "La pelota está en el lado norteamericano", dijo, "creo que los dos gobiernos tienen que sentarse a conversar seriamente a cerca de todos los problemas que los dividen", agregó. "Lo que mas deso en que haya una buena relación entre Cuba y Estados Unidos, creo que tenemos que sentarnos, que resolver nuestros problemas", pero para ello, dijo, Washington "necesita coraje" para no dejarse presionar por elementos y grupos de derecha "que no le han dado nada a ese gobierno", concluyó. Fuente AFP
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