Mayweather coquetea con la revancha

El boxeador norteamericano Floyd Mayweather le confió al periodista Stephen A. Smith de la cadena ESPN que está dispuesto a darle el desquite a su contrincante filipino Manny Pacquiao, en lo que sería el segundo capítulo de la pelea del siglo, que protagonizaron ambos pugilistas el sábado pasado. Sin embargo, los fanáticos del boxeo tendría que esperar por lo menos un año, tiempo que duraría la recuperación de Pacquiao, quien deberá someterse esta semana a una operación en su hombro lastimado. Manny Pacquiao no ha respondido a la invitación de su oponente, pues debe tener asuntos más graves de los que ocuparse. Ahora mismo está siendo investigado por la Comisión Atlética de Nevada por haber ocultado su lesión antes del combate, y podría ser suspendido. En una actitud que no parece muy honrosa, “Mr. Pacman” culpó a la lesión tras su derrota, a lo que Mayweather respondió que está dispuesto a ofrecer una segunda pelea. Con la emoción del momento, el pugilista norteamericano quizás olvida que ya ha anunciado varias veces su retiro, con fecha probable para septiembre de este año. Ya en el declive de sus carreras, uno lesionado y el otro con los ojos en la jubilación, Pacquiao y Mayweather han apostado por una rivalidad que pudiera tener repercusiones transcendentales para el futuro del deporte al que han dedicado su vida. La pelea del siglo y su posible continuación podrían ayudar a reanimar el interés por el boxeo, en una época en que los fanáticos de las disciplinas de combate parecen orientar sus gustos hacia otras todavía más violentas. Aunque la pelea no fue tan movida como los espectadores deseaban, lo cierto es que fue una demostración de boxeo muy técnico, y un lujo ver a estos dos mitos del deporte de los puños, finalmente enfrentados en un combate que había sido pospuesto durante tantos años.