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Así comienza un artículo del periódico español El País, edición del 12 de junio, dedicado al crecimiento de negocios privados en La Habana Vieja. Según señala el autor, Mauricio Vicent, en tan solo seis meses, la Habana Vieja ha cambiado su rostro y comienzan a verse negocios privados, de diversa clase, de estética moderna y juvenil que confieren un aire nuevo a la emblemática ciudad habanera.
Las reformas aprobadas por el gobierno de Raúl Castro para propiciar la iniciativa privada y el cuentapropismo, pese a las trabas burocráticas iniciales y los altos impuestos que acarrean, han resultado ser un fuerte incentivo para una generación, fundamentalmente de personas menores de 40 años, que escépticos de su futuro en el mercado laboral estatal y llenos de nuevas ideas y proyectos, han emprendido el camino y se han lanzado a crear sus propios negocios.
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Bares amenizados con música tradicional o jazz, locales de tatuadores, tiendas con productos y diseños propios, negocios de masajes, peluquerías y hasta galerías de arte son algunos de los nuevos espacios con los que cuenta la más turística de las zonas capitalinas. Café Bohemio, el bar Azúcar, el restaurante de comida criolla La Vitrola, La Marca, -dedicada a los tatuajes-, Clandestina centrada en la venta de ropas y accesorios, son algunos de los nombres propios de los proyectos que están comenzando a fructificar en la capital.
El terreno es aún muy virgen, se desconocen en muchos casos las reglas y funcionamientos del mercado, las trabas no son pequeñas y en la mayoría de los casos falta el financiamiento inicial, pues emprender el camino del negocio propio habiendo sido siempre empleado del estado es impensable e imposible, si no se dispone de una fuente de ingresos externa o de un socio que aporte el capital inicial.
Sin embargo, talento y deseos de hacer, de comunicar, de emprender y de sentirse útiles y protagonistas de sus propios destinos hay y a raudales. Según algunos testimonios que recoge la fuente consultada, estas nuevas oportunidades, aunque lentas, llenas de escollos e impensables para algunos, se están erigiendo como fuertes alternativas para jóvenes que antes sólo concebían la emigración como única forma de construir una vida y alcanzar la realización y la felicidad.
(Foto tomada de la galería "La nueva Cuba que comienza" de El País)
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