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Chile venció 2-1 a Perú en la primera semifinal de la Copa América, aunque no tuvo que esforzarse mucho gracias a que desde el minuto 19’ tuvo superioridad numérica en la chanca.
El clásico del Pacífico comenzó desde el primer minuto con enfrentamientos y agresiones entre los jugadores, como se ha hecho costumbre en esta problemática Copa chilena. De hecho, en el 19’ Perú se quedó con 10 hombres, cuando Carlos Zambrano se ganó la expulsión directa por patear a un contrario.
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Durante 41 minutos los debilitados peruanos lograron resistir el ataque chileno, pero en ese minuto entró un gol inevitable, salido de las piernas de Eduardo Vargas, el tercero que produce en el torneo, para igualar en la cima de los goleadores, junto con su coterráneo Arturo Vidal y el peruano Paolo Guerrero.
Precisamente la velocidad de Guerrero y Farfán eran la única arma que le quedaba a Perú para tratar de igualar el partido, y tras un contrataque relampagueante consiguieron crear peligro en el minuto 60, en una jugada que terminó con un gol de Medel en su propia puerta.
Pero la diferencia numérica era decisiva y Varguitas metió su segundo gol, un tiro lejano espectacular tres minutos después para sacar distancia en el marcador y quedarse solo de líder anotador.
Lo demás fue anécdota, en otro partido de esta Copa América decido por árbitros. La patada de Zambrano fue agresiva, pero no para quitarle toda gracia una vez más a un juego decisivo. Ya Chile venció a Uruguay con una ayuda parecida, por lo que además de haber sido horroroso el arbitraje en el evento, comienza a parecer encima parcializado con los de casa.
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