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El día de hoy ha dejado una marca imborrable en la historia de todos los cubanos. Las hostilidades nacidas al calor del 3 de enero de 1961 parecen haber llegado a su fin.
Después de poco más de medio siglo, el conflicto entre los Estados Unidos y Cuba–probablemente el más conocido y duradero de la historia- llega tentativamente a su fin.
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En horas de la mañana del 1ro de julio se reunieron, en la sede de la Cancillería, el ministro interino de Relaciones Exteriores, Marcelino Medina González y el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis.
DeLaurentis hizo entrega de una carta firmada por el presidente Barack Obama dirigida directamente a Raúl Castro en la cual se confirmaba la decisión de restablecer las relaciones de tipo diplomáticas entre los dos países y comenzar a abrir las misiones diplomáticas de forma definitiva en las respectivas capitales el próximo 20 de julio.
De forma casi sincronizada, tomó lugar un protocolo similar en el Departamento de Estado de EEUU. El jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas, fue recibido por el secretario de Estado Anthony Blinken, a quien se le hizo entrega de una carta del gobernante cubano a su homólogo estadounidense, validando la decisión de ambos gobiernos.
El anuncio se hizo público cuando Obama se dirigió al pueblo desde los jardines de la Casa Blanca. En relación a la decisión, el mandatario instó a los congresistas a progresar en las legislaciones que permitan eliminar las restricciones a los viajes y el comercio entre ambos países, y a considerar levantar el bloqueo económico, vigente desde 1962.
El mandatario norteamericano afirmó que pese a las diferencias que persisten entre los dos gobiernos, los avances alcanzados demuestran que “no tenemos que ser prisioneros del pasado”.
Como parte de los nuevos sucesos que acarrea esta esperanzadora decisión, el Secretario de Estado John Kerry asistirá a La Habana para personalmente participar en la ceremonia de izamiento de la bandera estadounidense en el mismo inmueble que funge actualmente como Sección de Intereses.
Por esa misma fecha se celebrará oficialmente el comienzo de las funciones de la Embajada de Cuba en Washington, en presencia de una delegación presidida por Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, e integrada por representantes de la sociedad cubana, según la declaración oficial.
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