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Los hechos ocurrieron el pasado 30 de junio, cuando organismos ingleses de rescate realizaron un simulacro televisado de un ataque contra la ciudad de Londres. Un actor, que desempeñaba el rol de terrorista atacante, portaba una camiseta con la bandera cubana.
Aunque posteriormente Maxine de Brunner, subdirectora de la Policía Metropolitana de Londres emitió un comunicado pidiendo disculpas por la nefasta elección de vestimenta, las imágenes fueron transmitidas por la cadena nacional y vistas por los cientos de miles de televidentes que vieron el simulacro.
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El actor, al conocer la denuncia por parte de la organización Cuba Solidaria, se mostró arrepentido y declaró desconocer el impacto que podía tener utilizar una bandera de un país -símbolo casi por excelencia de una nación- en un evento de este tipo.
Robb Miller, director de la entidad denunciante, aceptó las disculpas pero comentó que “Es un hecho que nunca debió ocurrir. Es una cruel ironía el hecho de que el propio pueblo cubano ha sido víctima de varios ataques terroristas de grupos basados en Estados Unidos en los últimos años”.
Aunque se han dado los pasos de rigor para cuando ocurren hechos de esta naturaleza: se han pedido disculpas y se han aceptado, con ello no se consigue reparar completamente el daño causado a la imagen de Cuba, al aparecer vinculada a un atacante terrorista. Tampoco podrá saberse nunca, si todo fue fruto de un triste error que hizo que nadie reparara en la imagen de la camiseta o si hubo alguna no declara intención en la funesta elección de la camiseta.
(Imagen tomada de la BBC)
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