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El gobierno de Corea del Norte emitió hoy un ultimátum de acciones bélicas a su vecino del sur ante la emisión, por parte de este último, de mensajes propagandísticos en la frontera de ambas naciones.
El líder del país comunista, Kim Jong-un, anunció que que sus tropas en la frontera con Corea del Sur están en "cuasi-estado de guerra", y advirtió de operaciones militares si ese país no retira los altavoces de la frontera antes del próximo sábado a las 17:00 hora local.
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Por su parte, un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl declaró a la AP que no piensan permitir intimidaciones: "Los altavoces van a seguir funcionando, no vamos a ceder a las amenazas de Corea del Norte".
Corea del Sur reanudó la semana pasada la emisión de mensajes a través de altavoces colocados cerca de territorio norcoreano. Esta acción realizada por primera vez en más de una década, constituyó una represalia tras la explosión de minas norcoreanas que el pasado 4 de agosto hirieron gravemente a dos soldados de la frontera, informó AP.
Al margen de todo el despliegue de pugnas mediáticas, expertos coinciden en la poca probabilidad de un encuentro armado. Para Pyongyang "no es un buen momento ya que Corea del Sur y EE.UU. se encuentran realizando maniobras conjuntas y pueden dar una buena respuesta a cualquier provocación", indicó el investigador Lee Dae-woo, del Instituto Sejong.
El Ejército de Corea del Sur ya adelantó que responderá "con fuerza" a cualquier tipo de ataque norcoreano y advirtió a Corea del Norte de que "asumirá toda la responsabilidad" derivada de una nueva agresión al Sur, según declaraciones de la Defensa de Seúl a AP.
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