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En la agenda de trabajo se incluyen no solo temáticas muy sensibles como la Base militar en Guantánamo, la emisora Radio Martí, los derechos humanos y las indemnizaciones por la nacionalización de propiedades, entre otros, informa El País.
Un lugar importante en las discusiones lo ocupa la revisión del estatus de refugiado político concedido por Cuba a varios ciudadanos norteamericanos, tal es el caso de Joanne Chesimard (Assata Shakur), activista por los derechos civiles, quien es acusada de un crimen que dice no haber cometido. Después de pasar varios años en prisión Chesimard se evadió de la misma y vive en la isla desde 1984.
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Luis Posada Carriles, es otro de los casos importantes. El anticastrista de origen cubano es acusado por el derribo de un avión civil en 1977. Posada Carriles permanece en territorio norteamericano, sin haber sido procesado jamás.
Al no existir un acuerdo de extradición vigente, expirar los suscritos en 1904 y 1926, y no estar Cuba dispuesta a la entrega de Chesimard y otros, deberán concebirse soluciones técnica y políticamente viables para llegar a un acuerdo, precisa El País.
La representación de Cuba está encabezada por la directora general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Josefina Vidal Ferreiro, mientras que el subsecretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, lidera la comitiva de los Estados Unidos.
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