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Después de varios días con lluvias ocasionales, La Habana se despertó hoy con un clima perfecto como si supiera, de algún modo, que alguien especial venía a bendecirla. A poquísimas horas de la llegada de Su Santidad el Papa Francisco, en las calles se podía respirar la expectativa ante un gran acontecimiento.
A las 10:15 horas locales (04:15 am en la isla), el vuelo de Alitalia en el que viaja el Sumo Pontífice a La Habana, despegó del Aeropuerto Internacional de Fiumicino, en Roma, con lo cual comenzaba un largo itinerario que unirá a los pueblos de Cuba y Estados Unidos.
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Se prevía que Francisco pisara tierra cubana a las 4 de la tarde de este sábado. En la misma terminal aérea, lo esperaraba el mandatario cubano Raúl Castro para darle la bienvenida.
Mientras tanto, en la capital de la mayor de las Antillas, miles de personas hacen hueco en su ajustado fin de semana para asistir a la misa del próximo domingo e incluso acaparar las avenidas por donde pasará Francisco para darle la más cálida bienvenida este mismo sábado.
Dulce, una jubilada de 76 años residente de Nuevo Vedado, nunca ha practicado la religión pero confiesa que no piensa faltar a la Misa de mañana “por nada del mundo”. “Yo soy católica de corazón aunque no vaya a la iglesia, además el Papa es una personalidad que sabrá Dios cuando vuelva a pasar por aquí”, acotó.
“La Plaza de la Revolución me queda a pocas cuadras de la casa, así que sería una descortesía de mi parte no ir a recibirlo. A Cuba -añade- le hace mucha falta esa misa”. Dulce espera a su hermana que viene hoy de Pinar del Río. “Ella se va a quedar conmigo hoy para poder levantarnos mañana bien temprano, tenemos pensado llegar a la Plaza a eso de las 5 am para ocupar buenos lugares y poder verlo (al Papa) de cerca”
Por su parte, Mayté, joven que recientemente tuvo la dicha de ser madre, piensa también en madrugar para presenciar la misa en compañía de toda su familia. “Voy con mis suegros que son muy religiosos y con mi bebé, queremos salir para la Plaza a las cuatro de la mañana. Yo vivo en el Vedado pero no se sabe cómo esté el transporte y muchas calles van a estar cerradas”, explicó.
También Mariano, un excombatiente que vive en el Cerro, considera que la visita de tan importante figura a la isla amerita un seguimiento obligado. “Yo no puedo ir porque se me hace difícil caminar por la edad y hay mucho sol en la calle, pero voy a seguir por la televisión todo lo que tenga que ver con el Papa”.
Según el octogenario, el Sumo Pontífice, con sólo anunciar su visita, ha hecho posible que se engalane la ciudad y que “la gente se sienta motivada porque saben que a alguien le interesa la fe de los cubanos”.
“Al Papa también hay que agradecerle que haya hecho posible la reconciliación entre los dos países (Cuba y EEUU)”, añadió. Para Mariano, la importancia de la visita radica, sobre todo, en que los cubanos podrán encontrarse con el hombre que hizo posible romper más de medio siglo de disputa.
Cuba ha sido escenario de visitas papales en otras ocasiones, tales fueron las de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Pero Francisco, el primer Papa latinoamericano, es quizá también el primero en ganarse los corazones de creyentes y ateos por su visión transformadora y flexible de la religión. Su apego a las masas y su interés en la juventud y en las causas populares, entre otras virtudes, han trascendido en el accionar de este admirable clérigo, quien se dispone hoy a compartir su fe con nosotros, los cubanos.
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