El apagón de Facebook

Hace unos minutos millones de los usuarios de Facebook se empeñaban en deslizar una y otra vez sus muros en las pantallas de sus teléfonos móviles, en darle repetidamente al botón de actualizar de sus navegadores o en apretar la tecla F5 casi al punto de averiarla.

Ante los fallidos intentos, muchos seguramente pensaron ser víctimas de una mala jugada de sus aparatos inteligentes o maldijeron a los proveedores de internet. Pero ni los teléfonos tenían problemas, ni hubo dificultades en la conectividad, ni las tactilidades se se habían dañado.

Simplemente Facebook tuvo una caída global.

Afortunadamente el apagón tardó poco tiempo y pronto los internautas volvieron a sentir el alivio de tener concentrados en sus muros noticias y cotilleos, de poder fisgonear en las vidas ajenas y compartir las propias, porque de haber tardado más tiempo en regresar, quién puede imaginar las consecuencias que la caída podría haber tenido, en unos contextos como los actuales en que el Facebook está casi sustituyendo al mejor amigo del hombre.

Afortunadamente todo se restableció pronto porque si no, quizás de aquí a unos años se hablaría de un extraño repunte en los datos de natalidad de muchos países.

Y para celebrar que el susto ha pasado, comentemos y compartamos esta nota.

(Imagen tomada de Internet)