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La provincia cubana de Camagüey diseñó la iniciativa “La Ciudad mira a sus Ríos”, con el fin de salvaguardar las riquezas naturales de los afluentes Tínima y Hatibonico, situados en la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Autoridades locales y empresas provinciales de rehabilitación supervisan un amplio programa que pretende devolverle la imagen a un tramo de kilómetro y medio de los ocho que cubre el Hatibonico a su paso por la villa.
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Acciones desmedidas de varias generaciones de lugareños agudizaron la problemática ambiental del territorio, con 500 años de existencia como urbe.
"El principal problema que tiene hoy el río es la carga contaminante que llega hasta él, lo que requiere de una inversión muy costosa, pero con un poco que se haga hoy y otro mañana se irá transformando el lugar. Lo inadmisible es no hacer nada", explicó a medios locales Ernesto Guzmán, directivo del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de esa ciudad.
El río sobrepasó los límites que definen el espacio patrimonial de la ciudad cuando se elaboró el expediente para convertir el centro histórico en Patrimonio de la Humanidad. Por tanto, la corriente quedó fuera de la zona priorizada para su conservación.
"En la medida en que se fue expandiendo, la ciudad le dio la espalda a los ríos y volcó hacia ellos toda la suciedad que generaba, convirtiéndolos en una alcantarilla a cielo abierto", añadió Guzmán.
Para su ejecución, el proyecto fue concebido en tres partes. La primera, pretende devolverle la imagen urbana y rehabilitar el área degradada, en los alrededores del río.
En un segundo tramo se erigirá un puente para comunicar el centro histórico con el nuevo centro político-administrativo de la ciudad mediante, de esa forma se facilitará el acceso vehicular y peatonal hacia los principales espacios públicos.
Una última etapa busca la transformación de una antigua planta eléctrica en un recinto ferial cuyos servicios giren en torno a la celebración de eventos nacionales e internacionales.
Junto a la reanimación de las márgenes del Hatibonico, las obras abarcaron la construcción de otras áreas, las cuales se habilitaron con mobiliario urbano, jardines e iluminación. También se extendió al mejoramiento de los viales y algunas viviendas cercanas.
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