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Mentirosa y bonita, la telenovela Celia reina en El paquete

El paquete de la semana pasada contenía cinco flamantes capítulos de la telenovela Celia, criticada en diversos foros por sus inexactitudes y falsedades.

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Este artículo es de hace 8 años

En la misma línea de telenovelas colombianas concentradas en la biografía de un músico o cantante, como Escalona o La ronca de oro, vistas recientemente en la televisión cubana, Celia es pintoresca, costumbrista y melodramática. Es decir, que las telenovelas de este corte, son todas más o menos similares, lo que ocurre es que Celia irrita a muchos por su irrespeto con ciertos detalles históricos imprescindibles.

A pesar del exergo del principio que aclara la distancia respecto a la verdad biográfica o documental, semejante distancia, necesaria para que funcione el drama, tampoco debiera ser patente de corso para justificar todo tipo de falsedades, inexactitudes y facilismos.

Pongamos por caso que el público pase por alto las tremendas diferencias en los acentos de los actores y actrices, que van desde los cubanos de pura cepa, de los que abandonaron la Isla ayer mismo (Abel Rodríguez, Alberto Pujol), hasta costeños que se esfuerzan por incorporar los giros isleños, y otros que ni siquiera se tomaron el trabajo de controlar ligeramente los tan comunes Cómo así, del habla coloquial colombiana.

La disparidad de cadencias provenientes no solo de Cuba y Colombia, sino también de Puerto Rico, México y Venezuela, convierte la serie en una especie de Babel colombo-caribeña donde cada actor usó el acento que le dio su gana, y es una pena semejante falta de rigor en la dirección de actores cuando se cuidaron los detalles de ambientación y se presenta una Cuba de los años cincuenta bastante plausible.

Las llamadas “dosis necesarias de ficción” trastornan por completo, en el caso de Celia, la biografía de la cantante, y ubican en simultáneo, sin ningún sentido aparente, acciones muy distanciadas en el tiempo. Por ejemplo, el inicio de la carrera de Celia ocurrió en los primeros años cincuenta, cuando no existía alzados en la Sierra, y mucho menos los rebeldes que hicieron la Revolución. Y en la serie los alzados y el inicio de la cantante se muestran en el mismo contexto, sin contar siquiera la caricatura de quinta categoría de que se valen para mostrar a los revolucionarios.

El decoro artístico de una producción biográfica se mide también por el hecho de que los realizadores sepan distanciarse objetivamente de las agendas políticas de los biografiados, y al parecer se entendió que la penosa caricatura de los revolucionarios forma parte del homenaje a Celia, el símbolo del antifidelismo, “la mujer que se convirtió en icono de los exiliados cubanos”. Una cosa es lo que Celia era y representaba, y otra cosa muy diferente es la verosimilitud a que debió haber aspirado un proyecto de esta envergadura.

Pero es que la caricatura no abarca solamente a los revolucionarios, mostrados como un hatajo de imprudentes y crueles, violentos y paranoicos. También está simplificado, a la manera de Disney y las historietas, a la hermana de Celia, interpretada por la actriz colombiana Aida Bossa en tono de bruja prostibularia y envidiosa.

Poco que objetar, aparte de ciertas poses y llantos poco convincentes, a la puertorriqueña Jeimy Osorio ni la cubana Aymee Nuviola, quienes representan a Celia joven y mayor, respectivamente. Cuando ellas cantan uno casi se olvida de todo lo demás, y Celia recupera su corona como la reina de la música cubana, gracias a la magia de la televisión.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.