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El pasado día 5 de noviembre los 436 espectadores que asistieron a la presentación del Ballet Nacional de Cuba en la localidad española de Soria, vieron cómo el espectáculo se reducía, sin que nadie les explicase la razón del cambio en la versión cubana del clásico “Lago de los Cisnes”, que no superó la hora y media frente a las casi tres previstas.
Como consecuencia de los cambios que sufrió la actuación, el Ayuntamiento de Soria ha decidido devolver a todos los asistentes los importes íntegros de las entradas, y de ello ha dejado constancia en su perfil oficial en Facebook: “La devolución de las entradas compradas en taquilla para el espectáculo 'El Lago de los Cisnes' del Ballet Nacional de Cuba, se realizará a partir del día 10 de noviembre, todos los días que haya espectáculo, en horario de 18:30 a 20:00. Deberán presentar las entradas adquiridas en su día. La devolución de las entradas compradas por Internet, será automática.”
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Igualmente, el consistorio -que declara no haber recibido aún una explicación convincente y válida de lo ocurrido- ha decidido paralizar los pagos “a la productora ante la decisión unilateral de la compañía de no representar el epílogo de la mencionada obra en la sesión de ayer y la inesperada e injustificada interrupción de ayer en la versión de Alicia Alonso”; informó en días recientes la web oficial del ayuntamiento.
"Sí que es verdad que el último acto se sintetiza y que no hay corte entre el tercero y el cuarto, pero el problemas es que no se respetó la esencia con la muerte del cisne, la lucha de Sigfrido y el triunfo final de la belleza", declaró el edil de cultura a un medio local, refutando la explicación de la compañía cubana de que su versión era más corta.
La función no tenía caché fijo, por lo que la productora con la que se negoció la actuación del Ballet, Solano y García Producciones, cobraba lo recaudado: 9.936 euros que actualmente se encuentran bloqueados por parte del propio ayuntamiento.
Jesús Bárez, concejal de cultura ha lamentado “que esta inexplicable decisión de suspender el último acto haya puesto en riesgo el prestigio del Ballet Nacional de Cuba, con una tremenda calidad artística, y que también manche el prestigio de nuestro teatro” y adelantado, además, que “los servicios jurídicos están estudiando el caso y no se descarta emprender otras acciones legales”.
Esperemos que el suceso sea, en breve, aclarado y que el prestigio de la emblemática compañía danzaria cubana, que tantos éxitos ha cosechado y cuya valía y calidad son incuestionables y reconocidas allí donde van -de lo cual fue evidencia su propia presentación en el teatro soriano- no quede manchado ni eclipsado por cuestiones al margen de lo que realmente cuenta y vale en el arte.
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