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Juan Carlos Varela, presidente de Panamá, declaró este jueves que el flujo de cubanos que transitan por su país en su viaje a Estados Unidos está disminuyendo, y que a todos los que permanecen en su territorio recibirán un trato digno.
En la actualidad, unos 1200 cubanos permanecen en el poblado de Puerto Obaldía, en espera de poder continuar su viaje al norte.
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Desde hace años los migrantes cubanos han usado este sitio como parada intermedia para continuar su periplo hacia Estados Unidos. Tras varios días de permanencia en suelo panameño y tras cumplimentar algunos trámites migratorios de rigor, las autoridades panameñas les permitían a los cubanos tomar un avión para continuar su ruta.
La crisis migratoria desatada desde mediados de noviembre en Costa Rica, no obstante, ha llevado a regular y reducir el número de los que diariamente parten de Puerto Obaldía y ha llevado a que se concentren más de mil cubanos en este poblado, que no alcanza los quinientos habitantes.
En aras de no contribuir a acrecentar la crisis de los más de cuatro mil cubanos que permanecen en suelo costarricense, propiciada por el impedimento de Nicaragua de permitirles el paso; el gobierno panameño decidió reducir a 60 las salidas diarias de cubanos desde Puerto Obaldía, lo cual ha devenido en una concentración de personas para las cuales no está preparada el poblado que carece de letrinas y víveres suficientes para los miles de cubanos en ella varados.
No obstante, según declaró el propio Varela, se están percibiendo indicios de disminución del número de cubanos que arriban al poblado, motivada quizás por la entrada en vigor desde el pasado 1 de diciembre del requerimiento de visado a ciudadanos cubanos para entrar a Ecuador, país que durante los últimos años funcionó como puerta de entrada al continente de miles de cubanos que deseaban tocar suelo norteamericano.
Desde este 1 de diciembre todos los cubanos que quieran ingresar a Ecuador deberán ser portadores de visado, lo cual pretende que crisis humanitaria y migratoria como la actual no se repitan pero que provocará, casi inevitablemente, que se contemplen nuevas rutas, quizás más costosas y peligrosas, para acceder a suelo norteamericano.
(Imagen tomada de Internet)
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