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La aparición este miércoles de tres casos bajo sospecha de dengue y la escasez perceptible de alimentos en algunos de los albergues donde se encuentran dispersos los más de 4 mil cubanos en Costa Rica, han incrementado la tensión que se vive hace semanas en las zonas fronterizas de ese país centroamericano.
De acuerdo con fuentes entrevistadas por CiberCuba, la situación de los cubanos en campamentos como los ubicados en Upala parece recrudecerse debido a la incertidumbre, la falta de alimentos proteínicos y el surgimiento de enfermedades contagiosas.
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“Esto pinta para rato, hace unos minutos casi dos se van a las manos y hay casos de dengue en otro albergue”, dijo René Martínez, joven que llegó a la localidad fronteriza tica desde Ecuador, donde estuvo trabajando varios meses.
René, recién graduado en Ciencias de la Información de la Universidad de La Habana, se encuentra ahora en Upala y afirma que se vive entre los cubanos un estado de preocupación constante. “Las cosas de comer comienzan a escasear, el vaso de avena que nos dieron hoy –con arroz y plátano- ya no tenía leche, sólo agua”
En los albergues, donde se alojan entre los migrantes decenas de niños y varias mujeres embarazadas, se percibe la tensión y el miedo debido a la dilatación de posibles medidas gubernamentales que podrían solucionar la crisis.
Entre tanto, el presidente costarricense Luis Guillermo Solís tiene programada una visita a Cuba para los días 15 y 16 de diciembre. La cita, que fortalecerá las relaciones bilaterales, es uno de los acontecimientos que tiene a los cubanos varados en territorio tico “con el corazón en la boca”.
“Nosotros queremos salir de aquí” antes de esa visita, dijo René, quien añadió que particularmente le preocupa que los mandatarios lleguen a acuerdos que perjudiquen a los migrantes en Costa Rica. “Los políticos no tienen escrúpulos”, concluyó.
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