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La presidencia del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) se cierra al debate contra la censura impulsado el sábado pasado por algunos cineastas cubanos en el centro Fresa y Chocolate, donde también se encontraba el líder opositor Eliecer Ávila.
Tras un acalorado intercambio de opiniones entre reconocidos realizadores y teatrólogos, con el objetivo de impulsar la creación de una Ley de Cine Cubano y evitar nuevos casos de censura desmesurada en las artes, la jefatura del ICAIC se mostró intransigente e irrespetuosa ante la pluralidad de ideas y la presencia de “contrarrevolucionarios” en el recinto.
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De acuerdo con un texto publicado por el cineasta Juan Carlos Cremata en el blog Voces desde Cuba de la BBC, “el encuentro desencadenó en una posición valiente, franca y desprejuiciada de los artistas que allí se reunieron, frente a los actos de censura más recientes en una discusión profunda y de altura intelectual, analizándolos, no como hechos aislados o anecdóticos, sino como una tendencia cada vez más creciente”.
“Muchos artistas e intelectuales estamos preocupados e indignados por la aberración, atonalidad, destiempo y desmesura de la censura” explicó el realizador.
Más que todo, primaba en el ambiente la voluntad de encontrar la vía para solucionar los desmanes cometidos y la necesidad de un interlocutor que no fueran solamente los dirigentes de la industria del cine cubano allí presentes.
Según narra Cremata, se oyó un grito de "Quieren expulsar a una persona de esta reunión y eso es un acto de censura". Se trataba del joven Eliecer Ávila, a la cabeza del movimiento político opositor Somos+, quien se encontraba como asistente al evento.
“Luego supimos que, incluso, se había vigilado, durante todo el tiempo, la entrada al lugar de personas "ajenas" al evento”, añadió.
“Le exigían a gritos que se fuera. Y él, con una decencia y caballerosidad sin límites, explicaba que como un cubano más, estaba allí con el derecho a interesarse por lo que se estaba debatiendo”, relató Cremata.
La tempestuosa discusión culminó en la retirada del presidente del ICAIC y la firma ayer de una declaración de ese instituto que, apoyándose en el tristemente reconocido documento “Palabras a los Intelectuales” de Fidel Castro, legitima y respalda la censura a aquellos artistas que no considera “revolucionarios”.
El texto detalla: “El punto de vista del debate que hemos defendido ha sido, es y será inequívocamente revolucionario. No puede haber lugar en nuestros foros para los enemigos de la Revolución”.
Asimismo, aclara: “Fiel a los principios trazados en Palabras a los intelectuales, el ICAIC rechazará toda provocación, mantendrá la discusión franca, comprometida y responsable con la vanguardia de los creadores y seguirá siendo consecuente con la política cultural de la Revolución”.
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