Multitudinarios aplausos para El acompañante y Bailando con Margot

Las exitosas exhibiciones de Bailando con Margot y El acompañante, en los cines 23 y 12 y Yara, ambos colmados de público, confirma la preferencia de los cubanos por su cine

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Este artículo es de hace 9 años

Ubicado en una de las esquinas más populares de La Habana, 23 y L, y 23 y 12, los cines ubicados en esas direcciones se encuentran entre los principales termómetros en cuanto al gusto del público cubano, sobre todo en épocas en que ocurre el Festival.

A juzgar por la multitud reunida en las dos salas, por los aplausos finales, y por las exclamaciones del público a lo largo de la proyección, los filmes cubanos El acompañante y Bailando con Margot, se cuentan entre los principales éxitos de esta 37 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. De modo que ambos títulos se inscriben, por lo menos, en la carrera por el premio de la popularidad.


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El éxito de El acompañante, que dirige Pavel Giroud, y de Bailando con Margot, que es ópera prima de Arturo Santana, confirma la preferencia del público cubano por su cine, en una época de predominio del paquete audiovisual, que llega hasta los hogares con las películas y series televisivas de moda producidas en muchos países.

En medio de esa avalancha, a la cual se suma la enorme cantidad de filmes extranjeros programados por la televisión nacional, el cine cubano, realizado por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfico, o por productoras independientes, sigue conquistando el favor del público gracias a su defensa constante de la reflexión sobre el pasado y el presentede la nación.

El acompañante se ambienta en los años ochenta, y cuenta la historia de un reconocido boxeador, sancionado por dopaje, a quien le ofrecen la posibilidad de redimirse socialmente trabajando en Los Cocos, el sanatorio creado por las autoridades cubanas para internar a los portadores de VIH del país. Al boxeador le encargan acompañar al paciente más conflictivo del sanatorio, un internacionalista que contrajo el virus en África, quiere vivir sus últimos días en libertad y está dispuesto a todo por lograrlo.

Bailando con Margot cuenta una historia que atraviesa cuatro épocas: los años diez, los veinte, los treinta y los cincuenta. La anécdota gira en torno a un detective que realiza la investigación sobre el robo de un cuadro de Romañach en 1958 en la casa de una elegante viuda habanera. Las pistas que este detective encuentra lo llevan a revisar el pasado, y en ese pasado se descubre quién era esa viuda, cuál fue su entorno, quién fue su esposo, cómo llegó a donde está ahora. Y mientras se nos revelan estos detalles se va desarrollando la pesquisa sobre el robo del cuadro.

Si El acompañante mezcla el cine retro, e histórico, con el cine deportivo y el carcelario, Bailando con Margot opta por los toques de melodrama, y de cine musical, deportivo, detectivesco y gansteril. Tal vez en la vuelta a los géneros tradicionales radique la explicación del tremendo éxito de ambas películas.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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