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Docter probablemente sea uno de los realizadores más famosos en el mundo de la animación. Sus filmes Monstruos SA (2001), Up (2008), que le ganó el ansiado premio Oscar, y la más reciente Inside Out. Y tal vez de sus animaciones provenga el “vicio” por hacer dibujos constantemente. Docter aseguró en su conferencia de prensa que estaba colectando recuerdos, en dibujo, “para que queden pegados en mi memoria”.
En La Habana, por los pasillos, cines, calles y hoteles donde ocurre el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano se ha visto a Docter siempre dibujando en su agenda, de modo que para nada habría que asombrarse si el próximo producto de la Pixar tenga un leve regusto a La Habana Vieja.
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En su conferencia magistral del Hotel Nacional, Pete Docter explicó, según aparece publicado en el Diario del Festival, que en la Pixar los proyectos de animación nacen del director, que llega con idea y la va convirtiendo en historia dentro de los estudios, porque en estos estudios hay un increíble grupo de personas que ayudan a concretar esa idea.
Las ideas de Docter siempre brotan de su trato con la gente: “Se trata de las relaciones que tengo, de las personas que conocí o conozco. Nuestras películas demoran hasta cinco años para hacerse, por eso es mejor tener algo verdaderamente sustancioso y que tenga larga permanencia. Por ejemplo, en Inside Out, me inspiré en mi hija. Verla crecer fue la chispa que prendió todo eso que está detrás de la película”.
Respecto a la animación cubana, Docter reconoció conocer muy poco, pero se sentía emocionado por la idea de conocer los estudios de animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y a sus creadores. Más adelante, reconoció que “Cuba es un país fascinante, tiene una historia riquísima y existe un gran talento en sus expresiones artísticas. Hay muchas cosas que podemos aprender y espero también ocurra la viceversa”.
Sobre la posibilidad de materializar un proyecto de animación entre Pixar y los cubanos, Docter aseguró que “eso nunca se sabe, todo puede suceder. La animación es genial porque se relaciona con todas las partes de la vida. Es un mundo pequeño, por tanto esperamos que Cuba se una a esta conexión donde todos nos conocemos”.
La Pixar alineó una serie de obras maestras de la animación como Ratatouille (2007), Wall-e (2008), Up (2008) y Toy story 3 (2010). Inside Out o Del revés tuvo casi igual éxito con el público y con los especialistas. De hecho, marcaría un verdadero hito para los Estudios de dibujos animados cubanos una colaboración con la Pixar, un verdadero emporio de la creatividad en dibujos animados.
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