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Lázaro Bartolo Santos González es el niño nacido en la provincia de Ciego de Ávila de menor tiempo de gestación y con menor peso al nacer en la historia de esta provincia.
El niño nació con 780 gramos de peso (menos de dos libras) y con solo 26 semanas de gestación, El parto prematuro se produjo por una preeclampsia grave de la madre que, de no controlarse, pudiera haber provocado su muerte. Por eso la medida más efectiva era interrumpir el embarazo.
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El prematuro fue atendido desde el principio en la Sala de Neonatología del Hospital Provincial Docente “Doctor Antonio Luaces Iraola” de Ciego de Ávila, centro donde estuvo internado algo más de seis meses, primero por el bajo peso y, después, por insuficiencia cardíaca.
Fueron meses de mucha ansiedad pero la esmerada atención de médicos y enfermeras y el amor de todos hizo que el niño se salvara.
De acuerdo con especialistas consultados, fue un recién nacido extremadamente inmaduro, y su supervivencia puede considerarse excepcional incluso en países desarrollados. Los cuidados incluyeran técnicas de ventilación no invasivas, alimentación con leche materna y la aplicación de fármacos de alto precio en el mercado internacional, algunos obtenidos en Cuba como el Surfacén.
Al cumplir su quinto año de vida Bartolito goza de excelente salud la madre confiesa que los médicos “Siempre estuvieron a nuestro lado, muy especialmente los doctores Fernando Fernández Romo, jefe del servicio de Neonatología del hospital avileño, y la pediatra Anaiskra Meisoso, a quienes consideramos padrinos del niño.”
El niño quedó con una sordera como secuela de su prematuridad y está cursando el prescolar en la escuela especial Águedo Morales Reina, donde las maestras lo educan, y le enseñan el lenguaje de señas a madre y a hijo para que puedan comunicarse.
La existencia de Bartolito es motivo de felicidad familiar y orgullo de la Medicina de Ciego de Ávila.
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