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The Washington Post, quizás uno de los medios más influyentes del mundo, publicó un editorial este domingo donde califica de “fracaso” la política de Obama hacia Cuba, la cual continúa ofreciendo al gobierno de la isla “concesiones unilaterales sin exigir nada a cambio”.
Con la interrogante “¿Puede un régimen autoritario convertirse en una democracia por sí sólo?” comienza el artículo, que critica la demora en cumplir los objetivos que declaró Barack Obama cuando anunció el inicio del deshielo hace poco más de un año.
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“Cuando el fin de medio siglo de hostilidades fue anunciado en diciembre de 2014, el objetivo proclamado de los EEUU era liberar el potencial de 11 millones de cubanos, también involucrarse y empoderar a los cubanos y empoderar al naciente sector privado cubano, entre otros”, cita TWP.
Sin embargo, aseveró la publicación, no hay apenas evidencias de un cambio radical en Cuba, ya que el gobierno de la isla –al cual se refiere en todo momento como régimen- continúa sistemáticamente “cometiendo detenciones arbitrarias de disidentes y otros que elevan su voz por la democracia”.
Otro punto, en el que el diario considera también ha fallado la nueva política, es la poca apertura de Cuba al Internet y los altos precios que ha impuesto el gobierno para acceder a este último.
“La administración ha definido como uno de sus objetivos, la apertura de Cuba a internet, pero la nación sigue sufriendo una de las tasas más bajas de conectividad del mundo. El régimen estableció unas pocas docenas de puntos wifi, pero cobra 2 dólares la hora para hacer uso de ellos; el salario mensual es 20 dólares al mes”, juzgó.
En lo referido al acontecer económico de la isla, el periódico sostuvo que el Estado cubano continúa reteniendo un “control asfixiante sobre la economía, incluyendo el turismo”. En este sentido, “los beneficios del 50% de incremento de los visitantes norteamericanos están siendo recolectados por el yerno de Raúl Castro, el jefe de la industria”.
“Lo que resulta más evidente del pasado año es que los hermanos Castro están previniendo un cambio real y reformas mientras recolectan las recompensas de la apertura de Obama. La única respuesta del presidente ha sido concesiones unilaterales (…) Los autócratas de todo el mundo deben estar contemplando con envidia la buena fortuna de los Castro”, concluyó.
(Imagen tomada de Cubahora)
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