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Productos de la marca Maggi, perteneciente a la compañía suiza Nestlé, se comercializan en estado de caducidad en algunas tiendas recaudadoras de divisas (TRD) de La Habana, una práctica que lamentablemente no es poco común en el país.
Según el testimonio de algunos vecinos de la barriada de Nuevo Vedado, en los conocidos minimercados ubicados en la calle Tulipán, próximos a la concurrida avenida de 26, es “normal” encontrar a la venta productos Maggi como sazonadores, cremas de poca cocción, cuadros de pollo concentrado y otros, con la fecha de expiración cumplida.
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“Y no es de hace unos días, son productos vencidos desde hace meses”, se queja María de los Ángeles, vecina del edificio doce plantas colindante con uno de los mercados. “Estamos en febrero y este cuadrito de pollo venció en octubre de año pasado, me lo vendieron sin decirme nada, al precio original”.
María de los Ángeles, como la mayoría de los cubanos, cocina a golpe de estos sazonadores, que aportan sabor a los arroces, pastas y caldos cuando la carne es imposible de conseguir, ya sea por los altos precios de esta o porque simplemente no se oferta. Sin embargo, los productos Maggi se encuentran en cada mercado y son más económicos, sus precios oscilan entre 0.15 cuc (3 pesos) hasta casi 2.00 cuc (50 pesos).
“Lo peor del caso es que uno no sabe si es política del mercadito o son las tenderas “luchando” unos quilos de más, porque no te dicen nada para que los compres”, añade.
Otra vecina de la zona, Maritza, confirma que ya se ha vuelto una “gracia” ofertar productos vencidos en ese barrio. “Eso lo hacen desde hace meses, uno no se da cuenta porque los números de la fecha de vencimiento son muy pequeños. También me lo han hecho en el mercado de Boyeros y Tulipán”
A poco menos de un año, medios independientes -y luego los oficiales- reportaron varias denuncias de la población, debido a la venta, a nivel nacional, de medicamentos y preservativos vencidos.
En ese entonces, la medida de vender dichos productos había descendido de altas autoridades del Ministerio de Salud Pública, lo que puso en primer plano los cuestionamientos sobre el respeto a los derechos del consumidor en Cuba, por parte de los funcionarios y las empresas del sector estatal y público.
La venta de productos alimenticios vencidos, no solo puede catalogarse como engaño, ilegalidad, incumplimiento de la Ley de Protección al Consumidor o una falta de ética mayor, sino que también atenta peligrosamente contra la salud de las personas. Más grave resulta la cuestión cuando ni considerando la caducidad se rebajan los precios.
No son pocas las denuncias en relación a estas violaciones, como no son pocos los establecimientos que las cometen. Las precariedades y la carencia de muchos valores han llevado al cubano a lidiar diariamente con esta problemática en una sociedad donde, como se dice, “el vivo vive del bobo”.
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