La Habana, 14 feb (EFE).- El patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, Kiril, se despidió hoy de Cuba, tras una visita marcada por el encuentro que mantuvo en La Habana con el líder de los católicos, el papa Francisco, un acontecimiento que calificó de "muy importante" en la historia del cristianismo universal.
"Esta visita mía coincidió con otro acontecimiento muy importante, (...), he tenido la oportunidad de reunirme en ámbito fraternal y del amor con el Obispo de Roma, el papa Francisco", resaltó Kiril durante la liturgia que ofició en la Catedral Nuestra Señora de Kazán, su último acto en Cuba trasmitido en directo por la televisión estatal.
La inédita y trascendente reunión entre Kiril y Francisco, celebrada en una sala de protocolo del aeropuerto internacional "José Martí" de La Habana el viernes, fue la primera de un patriarca ortodoxo y un papa católico, tras el Gran Cisma de Oriente y Occidente del año 1054.
Kiril dijo hoy que a pesar de las "diferencias teológicas" que persisten entre ambas iglesias, "entendemos perfectamente nuestra responsabilidad conjunta por lo que está sucediendo en el mundo" y para que los seres humanos con "todas sus diferencias políticas y económicas aprendan a vivir en paz".
Recalcó el "llamamiento conjunto" que hicieron ambos jerarcas al mundo al final de su encuentro en el que instaron a "tener prudencia, mostrar la solidaridad social y trabajar activamente para el establecimiento de la paz" y dijo que espera que "el mundo nos escuche" para que la vida sea "mejor".
Kiril y Francisco firmaron una declaración que recoge la posición de ortodoxos y católicos sobre los grandes problemas que aquejan a la Humanidad, entre ellos el fenómeno de la migración, la persecución de los cristianos, la desigualdad entre naciones, la pobreza.
A la ceremonia religiosa presidida por Kiril, asistieron el mandatario cubano, Raúl Castro, acompañado de altas autoridades de su Gobierno, así como representantes de otras iglesias, entre ellos, el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo Vaticano para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, representantes de la Iglesia católica cubana y cientos de fieles ortodoxos de la comunidad rusa en la isla.
"Creo que durante esta divina liturgia hemos tenido todos la oportunidad de pensar sobre muchas cosas porque la estadía en un templo permite a un ser humano ver lo que está pasando en la vida desde alguna distancia, salir un poco de este contexto intranquilo, inseguro en el que vivimos", apuntó el patriarca.
Recordó cuando en 2001 pidió apoyo al entonces presidente cubano Fidel Castro para erigir un templo en La Habana, y después en 2004 siendo Metropolita de Smolensk y Kaliningrado, colocó la primera piedra, y en 2008, regresó para consagrar la iglesia ortodoxa rusa construida en el centro histórico de la ciudad capital, única en la isla caribeña, donde tiene unos 15.000 fieles.
En los momentos finales del oficio religioso, que comenzó con un repique de campanas y transcurrió entre oraciones, ritos y canciones sacras de un coro masculino, el líder de la Iglesia Ortodoxa de Rusia hizo votos por "el bienestar y la prosperidad" del pueblo cubano, y por la elevación de su "desarrollo espiritual y material".
Y particularmente dijo a Raúl Castro que va a "seguir rezando por Cuba, por usted, por su hermano (Fidel Castro), y por los cristianos cubanos".
Este domingo, los medios de comunicación de la isla publicaron una nota oficial acompañada de fotos o imágenes de vídeo de la visita de cortesía realizada por el patriarca Kiril al expresidente Fidel Castro, de 89 años y retirado del poder desde 2006 por una enfermedad, en su domicilio, donde se le ve vestido con un chandal deportivo de color y una bufanda negra.
Fidel Castro y Kiril, quienes se habían visto por última vez hace casi ocho años, hablaron este sábado acerca de la causa de los pobres y la lucha contra la discriminación y además comentaron sobre "el buen estado de las relaciones entre Rusia y Cuba, basadas en profundos sentimientos y lazos de amistad", según indicó el comunicado.
Kiril, que representa a 300 millones de fieles en todo el planeta, fue despedido por el presidente Raúl Castro en la terminal aérea habanera, al terminar una visita de cuatro jornadas, para continuar su gira latinoamericana del patriarca ruso que seguirá en Paraguay y Brasil.
Fotos de Alexandre Meneghini / Pool/EFE
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