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El último acto del papa Francisco en México ―una macro-misa junto a la valla que divide Estados Unidos del resto del continente― se convirtió ayer en un acto lleno de símbolos.
Se postró a rezar ante una cruz que simboliza la muerte de miles de inmigrantes que intentaban cruzar al otro mundo. También observó el cauce del río Bravo enjaulado, una valla y el comienzo de un desierto que ha dejado en los últimos 13 años la huella de más de 2.300 cadáveres de inmigrantes.
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Mientras, por el altavoz, decían:
el Papa orará por todos los inmigrantes. Ellos deben pasar sufrimientos como los pasó la familia de Nazaret.
La Iglesia recordaba a todos que Jesús, María y José también fueron inmigrantes que tuvieron que huir y buscarse un futuro mejor. Esa imagen fue el mensaje más radical que ayer lanzó el Papa.
Tal vez el Papa y el Vaticano pensaron que no hacían faltas reproches, al menos directos, para evidenciar su postura contraria a las políticas expuestas por el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donal Trump.
En su mensaje más directo contra la valla que pretende levantar Trump ―y que apoyan sus seguidores― dijo el Papa:
Quiero agradecer a todas las personas que están reunidas en el Estadio de la Universidad de El Paso. Gracias a la ayuda de la tecnología podemos orar, cantar y celebrar ese amor misericordioso que el Señor nos da y que ninguna frontera nos impedirá compartir.
Sin embargo, hoy el Papa ha sido más directo, fue consultado en el camino de México a Roma sobre la promesa de Trump de construir un muro fronterizo a lo largo de la frontera con México y de expulsar a 11 millones de inmigrantes sin autorización legal, si es elegido Presidente de Estados Unidos:
Una persona que sólo piensa en la construcción de muros, dondequiera que se encuentren, y no la construcción de puentes, no es cristiano [...] Eso no está en el Evangelio.
El pontífice dijo que como no ha escuchado las propuestas políticas de Trump de manera directa habría que "darle el beneficio de la duda". Sin embargo, agregó:
sólo digo que este hombre no es un cristiano si lo dijo de esa manera.
Trump, un presbiteriano que se ha casado tres veces, criticó la semana pasada la intención de Francisco de orar en la frontera. El precandidato presidencial por el Partido Republicano dijo que no era una buena decisión, que estaba basada en información errónea, y dijo que Francisco era una figura política que estaba siendo explotada por el gobierno mexicano.
"No creo que él entienda el peligro de tener una frontera abierta, como la que tenemos con México", dijo Trump en una entrevista con la cadena de televisión Fox. "Creo que México consiguió eso del papa, porque quieren mantener la frontera como está. Están haciendo una fortuna con eso y nosotros estamos perdiendo".
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