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Si bien la lista la encabezan los realizadores Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, junto con el fotógrafo Emmanuel Lubezki, todos nacidos y formados profesionalmente en México, los premios Oscar hace tiempo vienen destacando a los artistas de este país, a pesar de que este año prefirieron despojar a The Revenant, y privilegiar una película tan puramente gringa como Spotlight.
González Iñárritu ganó su segundo Premio de la Academia a la mejor dirección por The Revenant, tras el éxito de Birdman, laureada como mejor película, director y guion original. Él es el primer cineasta en más de 60 años en ganar dos años seguidos como Mejor director. Este segundo triunfo de González Iñárritu le permitió unirse a las leyendas de John Ford y Joseph Mankiewicz, quienes habían sido los únicos que obtuvieron dos Oscar consecutivos por dirección. El año antepasado también fue laureado un mexicano en esa categoría: Alfonso Cuarón por Gravity en las categorías de edición y dirección.
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Esa misma noche, la del pasado domingo, “El Chivo” Lubezki devino primer director de cinematografía ganador de estatuillas por tres años consecutivos, pues fue ganador también en 2015 por Birdman y en 2014 por Gravedad. Pero la parranda ranchera había comenzado antes, en 2006, cuando El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) fue declarada ganadora de tres premios Oscar.
Nacidos entre 1961 y 1964, González Iñárritu, Del Toro y Cuarón encabezan una generación distante del ranchito y el charro, y cultivan una idea del cine más cercana a la realidad del cine global, y los géneros secularmente establecidos como el melodrama (21 gramos), la fantasía (El laberinto del fauno) o la ciencia ficción (Hijo del hombre).
A pesar de los éxitos en México de sus iniciales Solo con tu pareja (1991, Cuarón), Cronos (1993, Del Toro), Amores perros (2000, González Iñárritu), y Como agua para chocolate (1992, con fotografía de Lubezki), el país azteca se les quedó chiquito, y partieron a Hollywood: Lubezki hizo la fotografía de Reality Bites, dirigida por Ben Stiller en 1994; Cuarón hizo La princesita al año siguiente, mientras que Del Toro estrenó Mimic, en 1997, y González Iñárritu 21 Gramos en 2003, aunque Amores perros consiguió una candidatura al mejor filme de habla no inglesa luego de 25 años de ausencia de México en esa categoría.
Los noventas y la primera década del siglo XXI han asociado otros nombres imprescindibles con los premios más importantes de la industria del cine: Salma Hayek, Guillermo Arriaga, Carlos Carrera, Guillermo Navarro, Rodrigo Prieto, el Director de Arte Eugenio Caballero y el documentalista Carlos Bolado.
En Estados Unidos fueron muy populares las estrellas mexicanas Lupe Vélez y Dolores del Río, y también probaron suerte Arturo de Córdova, Emilio “El Indio” Fernández y Mario Moreno “Cantinflas”, que ganó un Globo de Oro en 1957 por La vuelta al mundo en 80 días y cuatro años después recibió otro premio por su trayectoria humorística.
Anthony Quinn obtuvo dos premios a mejor actor de reparto por los filmes Viva Zapata, en 1952 y Lust for Life, en 1956. Katy Jurado también a la lista de nominados como actriz de reparto por Broken Lance, y otro mexicano, Gabriel Figueroa, aspiró en 1965 a ser nombrado el mejor fotógrafo por La noche de la Iguana. La presencia de los mexicanos en el cine está en el mismo génesis de la estatuilla, en 1928, cuando Emilio “El Indio” Fernández posó desnudo, a instancias de la gran Dolores del Río, para que el Oscar tuviera similares contornos a su figura.
Imagen tomada de www.moreliafilmfest.com
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