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Miami, 17 mar (EFEUSA).- Para hacer de la "tiranía" una democracia no basta con que turistas y empresarios estadounidenses invadan las calles de Cuba, afirma el ex preso político cubano Armando Valladares en una entrevista con Efe en Miami.
"Es muy pretencioso de parte de los Estados Unidos pensar que cuando los turistas invadan las calles a los cubanos se les va a caer la venda de los ojos, que con su varita mágica los van a despertar", dijo hoy Valladares, de 78 años, 22 de los cuales los pasó en las cárceles de su país.
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El pintor, poeta y ex embajador de EE.UU. ante el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU habló así acerca de la posibilidad de que con una apertura económica hacia Cuba, EE.UU. logre que se abra una transición democrática en la isla, como señalan los asesores del presidente Barack Obama en vísperas de su viaje a La Habana.
"Esa visita es un grandísimo espaldarazo y apoyo a la tiranía", afirmó Valladares, quien destaca que los cubanos llevan treinta años recibiendo en su país a miles de turistas del mundo y las cosas no han cambiado en la isla.
Obama llegará este domingo a La Habana acompañado de una amplia delegación compuesta por legisladores y empresarios. Será el primer presidente de Estados Unidos que visite Cuba en 88 años.
La oposición cubana, interna y externa, ha criticado que la visita esté enfocada más en lo económico que en los derechos humanos, aunque Obama tendrá un encuentro con disidentes, según confirmaron hoy algunos de los que han sido invitados.
Muy crítico con el presidente estadounidense y no solo en lo que se refiere a su país, Valladares opina que el proceso de normalización de relaciones con Cuba solo ha tenido como resultado una serie de concesiones "a cambio de nada" al Gobierno de Raúl Castro, que además le ha dado una "bofetada en la cara" con un recrudecimiento de la represión como no se había visto en años.
Con eso le lanzan a la "débil" administración de Obama un mensaje claro: "no vamos a ceder un ápice" en nada que tenga que ver con el sistema político y los derechos humanos, señala.
En cuanto al acento económico de la vista, Valladares señala que hacer negocios con Cuba significa hacerlos con los militares, que "son los que manejan todos los negocios en la isla, salvo los 'paladares' (restaurantes familiares) y los que arreglan zapatos".
De sus tiempos como embajador de Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, cargo para el fue nombrado por Ronald Reagan, recuerda la caída del comunismo, cómo de la noche a la mañana se desplomó el bloque soviético.
Antes del desplome "si se le preguntaba a alguien si caería antes la URSS o Cuba, nadie respondería que la URSS", subraya.
En Checoslovaquia, rememora, la rebelión empezó porque en una manifestación pro gobierno alguien se sacó unas llaves del bolsillo y las agitó en el aire, un gesto que copiaron las otras miles de personas que asistían.
No sabe si en Cuba puede suceder algo parecido ni cuándo, pero de lo que está seguro es de que "algún día será libre".
De la pesadilla que vivió en las cárceles de Cuba, que le dejó secuelas físicas, aunque hoy ya no debe usar una silla de ruedas como en los primeros tiempos de libertad, se ha olvidado y también ha perdonado, aunque eso no significa que quienes hayan cometido violaciones de los derechos humanos en estos casi 60 años de "dictadura" no deban pagar sus culpas, dice.
"El odio aniquila a quien lo siente", subraya Valladares, que ha escrito varios libros biográficos y de poemas, como "Contra toda esperanza", "El alma de un poeta" y "Desde mi silla de ruedas".
Valladares piensa que, aunque funcionarios estadounidenses han asegurado que no está previsto, Obama se reunirá finalmente con Fidel Castro, el líder de la Revolución cubana.
"Obama se crió en un círculo de adoradores de Fidel", subraya Valladares, quien menciona que la abuela del hoy presidente, "al igual que Hillary Clinton", estuvo en la zafra en Cuba como parte de unas brigadas juveniles y que su abuelo confió la educación de su nieto a un poeta defensor de la Revolución.
Valladares, que se declara conservador y creyente, aborrece el "doble estándar" que a su juicio hay con las dictaduras de derecha y de izquierda. A su juicio, Obama jamás hubiera visitado Chile si hubiera sido presidente de EE.UU. en tiempos de Augusto Pinochet.
Sobre la posibilidad de que un cubano de origen llegue a la presidencia de EE.UU. opinó que "sería fabuloso".
"Es lo mejor que le podría pasar a este país", dijo para referirse al aporte de los cubanos al "enriquecimiento" de Estados Unidos y de Florida en particular.
Tras la retirada de Marco Rubio el pasado martes Ted Cruz, de origen cubano, sigue en carrera por la nominación en el Partido Republicano junto con Donald Trump y John Kasich.
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