La Habana y Cuba ya están viviendo momentos memorables. La visita de Barack Obama, su esposa e hijas con una impresionante comitiva tiene estresado al país. Desde las más altas instancias del gobierno hasta el más común de los cubanos se sienten nerviosos porque no están muy seguros si este acontecimiento será para mejorar un poquito al cubano de a pie.
Por citar algunos ejemplos, empresarios privados como dueños de paladares/restaurantes, transportes privados, renta de casas y otros negocios han visto progresar sus rendimientos en estas semanas, pero el ciudadano de a pie lo que recibirá son restricciones al convivio en el Teatro Nacional y al juego de pelota solo podrán ir invitados del gobierno. Los vendedores ambulantes tendrán 4 ó 5 días de inactividad, las muchachas de la profesión más antigua de la humanidad y los opositores al gobierno ya saben que del sábado 19 al miércoles 23 de marzo no podrán circular por sus lugares habituales.
Interesante será ver qué pasará el domingo 20 en la céntrica avenida de 5ta Avenida entre las calles 10 y 20 donde las Damas de Blanco desafían cada semana la fuerza del gobierno. Fuentes extraoficiales aseguran que a partir del sábado 19 la famosa Avenida de la Habana, que es gemela a una de Nueva York, será cerrada a la circulación peatonal y de transporte.
Obama traerá a Cuba una serie de medidas que se anunciaron en la víspera, todas insuficientes para el gobierno cubano hasta que no cese el bloqueo, se devuelva la base de Guantánamo y se indemnice a Cuba por todos los daños causados, el gobierno revolucionario ofreció liquidar un gravamen del 10 % a las entradas de dólares usd a Cuba, siempre y cuando se pueda comprobar que ni Cuba ni sus socios recibirán más sanciones por transacciones internacionales en dólares usd.
Al final es posible que el cubano de a pie se beneficie de la fábrica de tractores, del 10 % menos que le costarán sus remesas, de las mejoras en viales y pintura de edificios por donde pasarán Obama y su familia. El presidente estadounidense solo conseguirá dejar un legado que hacía más de 50 años nadie intentó cambiarlo.
La esperanza que trae Obama no complace a la mayoría de los cubanos, nada nuevo se llevará a no ser algunas nuevas marcas de tabaco y ron que puedan asociarse con las tabaqueras americanas y la Bacardi.
(Imagen de Gareth Williams, tomada de Flickr)
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