La determinación imprescindible para alcanzar un sueño, vista desde el punto de vista de un niño de nueve años, Esteban, que vive solo con su madre (Yuliet Cruz) y quisiera convertirse en pianista. Tal es la línea narrativa principal de este filme que también habla del descubrimiento de un talento innato para la música, y de la perseverancia de este personaje para transformar su mundo y el de quienes lo rodean.
Debe decirse que los primeros pasos del proyecto ocurrieron hace unos cinco años, cuando el guión de Amílcar Salatti sobre un niño que descubre de manera casual su talento para la música, llega a manos del joven realizador Jonal Cosculluela (graduado de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, del Instituto Superior de Arte, y con cierta experiencia en la televisión) y de la productora Maritza Ceballos, egresada de la especialidad de comunicación de la Universidad de la Habana, relacionada estrechamente con el mundo audiovisual.
Para echar adelante el proyecto se mancomunaron los esfuerzos y recursos del Instituto Cubano de la Música, RTV Comercial y la Asociación Hermanos Saíz, y luego se sumaron otras. El espaldarazo definitivo ocurrió cuando el maestro Chucho Valdés decidió componer la música de Esteban, un filme que apuesta por el mensaje humanista, y estimular la solidaridad y la perseverancia, en tiempos convulsos como los que habitamos.
El filme exalta emotivamente la firmeza del protagonista, pues el niño nunca ceja en el empeño por lograr que un veterano profesor le muestre los primeros secretos del piano, a pesar de que tiene en contra a su familia, pues Esteban es hijo de padres separados y su madre, con quien vive, no lo apoya.
Protagonizada por el niño Reynaldo Guanche (Esteban), el filme cuenta también con las actuaciones de Yuliet Cruz (madre del niño), Manuel Porto (profesor de piano), Yadier Fernández, Roly Peña, Mónica Alonso, y las actuaciones especiales de Raúl Pomares, y Corina Mestre en un reparto muy profesional cuyos protagonistas, algunos, tuvieron que estudiar música, por meses, con las profesoras Miriam Valdés y Araceli Padrón.
El protagonista, Reynaldo Guanche, fue seleccionado entre varios niños por su forma, su carácter, su proyección y su físico. Según el director, el niño actor tiene una impresionante madurez para sus nueve años.
Maritza fue la encargada de convencer a Chucho Valdés, con quien coincidió en un Festival del Habano en el momento en que Esteban se preparaba como un dramatizado de la televisión. Le entregaron el guion, y cuando regresó de uno de sus viajes Chucho los llamó para decirles que le gustaba la historia y se había identificado con ella.
Jonal Cosculluela y Maritza Ceballos, director y productora, tampoco cejaron en su propósito de echar adelante su proyecto de vida, sus sueños, al igual que el protagonista de esta película que se estrenará dentro de unos días en los principales circuitos de la capital, como colofón a un largo camino sembrado de dificultades, negativas y escaseces. A pesar de los muchos problemas que tuvieron para preparar Esteban, ambos están trabajando en un segundo guión.
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