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La invitación que ha hecho Cuba, hace apenas dos días, al primer ministro canadiense Justin Trudeau para que visite la Isla, forma parte de la ofensiva diplomática cubana, que busca un acercamiento con varias naciones claves, no solamente con Estados Unidos.
Incluso a la invitación se ha unido la sugerencia de que el presidente Raúl Castro podría ir a Canadá también, si fuera invitado.
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De concretarse la visita de Trudeau, sería la primera de un ministro canadiense a Cuba en 18 años, desde que Jean Chretien visitara la Isla en 1998.
Canadá fue pieza importante en el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, y así lo evidenció Obama cuando agradeció a Trudeau públicamente por el apoyo recibido de su país en el “nuevo capítulo” iniciado con Cuba.
Antes de que fuera anunciado el deshielo entre Washington y La Habana, funcionarios cubanos y canadienses mantuvieron conversaciones "secretas" en Ottawa.
A ello se suma que Canadá ha sido uno de los países que no ha cortado nunca los nexos diplomáticos con el Gobierno cubano.
El embajador de la Isla en Canadá, Julio Garmendia Pena, ha declarado a un grupo de periodistas en Montreal:
Él es bienvenido a Cuba en cualquier momento que quiera venir cuando su agenda lo permita, y si es invitado el presidente Raúl Castro para venir a Canadá, estoy seguro de que va a aprovechar esta oportunidad.
El embajador cubano aprovechó también para exhortar a empresarios canadienses a explorar la Isla. Y agregó:
El bloqueo (embargo) está llegando al final y hay una ventana para que las empresas canadienses puedan venir a explorar si están listos para invertir.
A pesar de la posibilidad de recibir a una delegación de alto nivel canadiense, liderada por su primer Ministro, Garmendia precisó que todavía no hay una fecha ni agenda previstas.
Canadá en estos momentos es uno de los principales emisores de turismo a Cuba. En el 2015 arribaron a la Isla 1,3 millones de turistas canadienses.
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