Fueron muchas las emociones que sobrecogieron al cubano durante la semana pasada. La histórica visita del presidente Obama a Cuba con su mensaje de reconciliación abrió la jornada y, para rematarla, en viernes santo y feriado tocan “Sus Majestades Satánicas” en espectacular concierto, luego de que las papas hicieran su entrada triunfal a los agromercados. ¿Qué más se puede pedir?
“Los camiones de papas estaban en Mayabeque esperando a que se fuera Obama pa´ poder entrar a La Habana”, comenta a quien quiera escuchar un señor mayor que hacía cola junto a otras decenas de personas el pasado jueves, en el agro estatal (EJT) de Tulipán y Boyeros.
La información pasó desapercibida, quizá seguida de un “imagínate”. Pero habían acabado de colocar las papas en el puesto de venta y casi un año de espera no hace al consumidor del preciado tubérculo muy abierto a entablar debates, menos en medio de una multitud apretujada bajo el sol.
Ese día solo permitieron la compra de 10 libras por persona, lo estipulado por el Estado para evitar el “acaparamiento” por los revendedores (que ofertan la libra a 1 CUC) y la posterior escasez que ello conlleva. La gente sabía, cada vecino llevó un familiar.
Dichosamente las papas alcanzaron y, con el paso de los días, el tumulto a tempranas horas fue disminuyendo.
Ello no es necesariamente una buena señal, a medida que transcurre la temporada van quedando rezagadas las papas pequeñas y amoratadas que nadie quiere, hasta que estas no perezcan al calor o a un comprador desesperado, no vuelven a surtir.
Con dicha práctica, los vendedores y/o administradores de los agromercados estatales (donde único puede descansar el bolsillo del cubano de a pie) caen en riesgo de perderse varias libras de papa sin abandonar los almacenes.
Dado el caso y según experiencias de otros años, la oferta irá también disminuyendo hasta que, en un par de meses a lo sumo, la papa vuelva a su condición de vianda mitológica.
Imagen tomada de: http://static.americateve.com
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