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En el ámbito del Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventud, realizado recientemente en La Habana, tuvo lugar la presentación de la enciclopedia cubana que lleva por título “Mil preguntas, mil respuestas”.
Son cuatro tomos que ha publicado la Editorial Universitaria Félix Varela y están dedicados a los jóvenes. Según ha informado el periódico "Trabajadores", el proyecto se llevó a cabo “por indicación” de Raúl Castro y el encargado de la presentación fue el primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel.
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Cubadebate ha informado que el volumen será distribuido de manera inmediata en la red de librerías escolares y después se venderá a la población.
Los 4 volúmenes están estructurado alrededor de cuatro temáticas muy generales: Universo, Vida, Invenciones y Sociedad.
El compilador jefe de la enciclopedia fue Carlos Sánchez Fernández, quien destacó que el propósito ha sido “elevar la cultura científica e integral del pueblo”, y con ese fin participaron académicos de diversas áreas en el proyecto.
Esta enciclopedia cubana, según declaró Sánchez Fernández, no hace gala de un estilo erudito, sino que ha procurado un lenguaje atractivo, que fuera “capaz de acercarse a la juventud sin perder su 'sabor cubano'”.
Sánchez también afirmó ―como era previsible― que en esa enciclopedia “está el espíritu humanista de la Revolución".
Díaz-Canel, por su parte, elogió que la presentación supusiera un “regalo” para las dos celebraciones del 4 de abril: los aniversarios 54 y 55, de la UJC y de la Organización de Pioneros “José Martí”, respectivamente.
Sin embargo, entusiasmos aparte, lo cierto es que este esfuerzo editorial ―popular, didáctico y obviamente también “doctrinal”― llega en un momento en que las cifras de afiliados a la Unión de Jóvenes Comunistas, la propia organización cuyo aniversario 54 se acaba de celebrar, atraviesa una crisis que no parece tener fondo.
En los últimos años altos funcionarios e instancias del Estado cubano han mostrado creciente preocupación por la apatía de las nuevas generaciones, y los altos índices de migración juvenil al extranjero.
Por ese motivo, tal vez, Miguel Díaz-Canel no pudo evitar el énfasis:
Es una Revolución de jóvenes, es una Revolución para los jóvenes, es una Revolución donde los jóvenes tienen una posición fundamental.
Aunque habrá que esperar a que la enciclopedia circule en la Isla, desde ya es posible vaticinar que los jóvenes cubanos quedarán bien respondidos y sin ninguna duda, aunque tal vez la pregunta más importante les quede sin responder.
Y es que los jóvenes cubanos siguen estando más necesitados de razonar que de “aprender de memoria”; siguen estando más necesitados de “pensar” que de recitar un listado de inventos; siguen estando más necesitados de hacer libremente la pregunta 1001, y no quedarse sin respuesta.
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