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La historia de Salvatore Cimmino, nacido en Torre Annunziata (Nápoles, Italia) es una de tantas de superación y ejemplaridad, pues haber perdido su pierna derecha a los quince años a causa de un osteosarcoma, no ha sido nunca impedimento para la constante búsqueda de nuevos retos a batir y de proyectos en los que involucrarse.
Cuando a los 41 años y por recomendación médica para aliviar sus molestias de espalda, Salvatore comenzó a nadar, dio inicio a una pasión que lo ha hecho realizar 11 travesías simbólicas y que lo llevará el próximo mes de septiembre a recorrer a nado, durante unas 60 horas, los 166 kilómetros que separan a la capital cubana de Cayo Hueso.
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La hazaña contará con el apoyo de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma y de empresas spin-off que proporcionarán las tecnologías para el trayecto. Con esta travesía Salvatore, que ha usado anteriormente sus recorridos como un modo para concientizar sobre las barreras mentales y arquitectónicas que padecen las personas con discapacidad física, pretende contribuir a la investigación biomédica.
En lo personal, el cruce Florida-La Habana constituirá el mayor desafío hasta ahora aceptado y que superará en 100km su anterior mayor marca cuando en la Maratón de Natación de Nueva York en el año 2014 nadó 54 kilómetros.
Presencia de tiburones y de carabelas portuguesas (similares a las medusas), son algunas de las dificultades que deberá afrontar el italiano quien realizó en el año 2006 su primer trayecto de 22 km desde Capri hasta Sorrento. Le siguieron Giro de Italia de Trieste a Génova, luego Europa y otras zonas por todo el mundo (Estrecho de Cook, Canal Inglés).
El nadador será recibido el próximo 20 de abril por autoridades deportivas cubanas.
(Imagen tomada de perfil en Facebook del atleta)
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